Disputa numérica entre el PSOE y el PP después de la concentración en la Puerta de Alcalá que ha servido para que los populares enciendan la calle contra la ley de amnistía. Como acostumbra a pasar en estos casos, las cifras de asistencia no son unívocas y mientras el partido habla de 80.000 personas, la delegación del Gobierno rebaja la asistencia a un máximo de 20.000. Eso ha permitido al PSOE considerar, a través de Twitter, que este registro implica que el PP “ha pinchado”. Como argumentos, los socialistas señalan en dos direcciones: los asistentes “no han llegado ni a la mitad de su última convocatoria” y, además, representan “nueve veces menos que noviembre del 2023”. El PSOE, incluso, ha puesto en circulación la etiqueta #PinchazoFejioo.
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Ahora bien, el PP no ha tardado en contestar. Fuentes de Génova replican que “sorprende” que el PSOE hable ahora de “pinchazo” cuando hace un mes “presumían de manera oficial de convocar a Ferraz la mitad” de personas en apoyo|soporte a Pedro Sánchez. Fue la concentración socialista durante los cinco días de reflexión del presidente español. Las mismas voces populares ponen el dedo en la llaga: “Incluso el Gobierno admite que Feijóo moviliza más que Sánchez”. Aquel día, la delegación del Gobierno cifró los asistentes en 12.500 y el mismo PSOE en 20.000. Desde el PP, además, tiran un reto al PSOE: “Si os parece poca la afluencia de hoy, os invitamos a que la igualen o mejoren la semana que viene”.
Sin embargo, desde el Gobierno insisten: “Han pinchado porque la gente está harta”, ha proclamado el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, en un acto de campaña en Las Palmas de Gran Canaria. Un pinchazo que, a su entender, tiene dos fases: “Hoy han pinchado en Madrid y el 9 de junio pincharán en las urnas”. En la misma línea, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Corts, Félix Bolaños, ha acuñado la expresión pinchazo y, en un tuit, ha añadido que el PP “se manifiesta para la unidad de España”, mientras es “el club de Nostálgicos del Procés Independentista”.
Las otras manifestaciones en contra de la amnistía
La última cita del PP en la calle fue en enero, dos días antes del pleno que tenía que validar la amnistía y que acabó con el ‘no’ de Junts. En aquella ocasión, en la Plaza España, los populares congregaron a 45.000 personas según la delegación del Gobierno y 70.000 según el PP. Y en noviembre de 2023, la fecha a la que alude el PSOE, después del anuncio del acuerdo entre el PSOE y el independentismo para la ley de amnistía, y en medio de las protestas ultras de Ferraz, hubo dos grandes protestas: la del PP, en la Puerta del Sol, con 80.000 personas según cálculos oficiales y una impulsada por un centenar de organizaciones civiles del entorno de la derecha y la extrema derecha, que es a la que hace referencia el PSOE, con 170.000 asistentes a ojos de la delegación del Gobierno. En los dos casos, las respectivas organizaciones cifraron la afluencia de gente en casi un millón de personas.
Teresa Ribera acusa a Feijóo de “mimetizarse” con la extrema derecha
En el mismo acto en el que Torres se ha burlado del PP, la candidata del PSOE a las elecciones europeas, Teresa Ribera, también ha cargado contra los populares. La actual vicepresidenta tercera del Gobierno ha acusado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de haber pasado de “blanquear la ultraderecha” a través de las coaliciones en los gobiernos autonómicos a “mimetizarse” con ella. “Y venía de moderado”, ha ironizado. Ribera ha lamentado que el PP haya “normalizado tanto la ultraderecha” que “no tiene ninguna objeción a decir exactamente lo mismo”, cosa que ha convertido los populares en un “partido sin vergüenza”. En este contexto, la candidata socialista ha situado el electorado en una disyuntiva de cara al 9 de junio: “Los derechos, las libertades, la convivencia, la democracia, el progreso y el futuro” que abandera el PSOE o “la libertad del insulto, de la agresión, por la normalización de la ultraderecha y la quiebra del espacio público” de la derecha. Ribera ha advertido que un triunfo de las derechas en el Parlamento Europeo podría conducir Europa a “más irrelevancia, más conflicto, menos convivencia, menos derechos, menos personas, más negocio y más cinismo”.