"Seguro que muchos de Ustedes han probado los porros". No era una pregunta lanzada en una asociación cannábica cualquiera, sino que la han planteado algunos diputados al Congreso interpelando a sus compañeros de cámara e intentando normalizar la presencia en la sociedad. ¿Y por qué? Pues porque ha vuelto a fracasar otro intento para regular el consumo de marihuana. El PSOE ha vuelto a hacer pinza con el Partido Popular (PP) y Vox para frustrar la toma en consideración de la Proposición de Ley que ha defendido Esquerra Republicana. Desde el atril, la diputada de Esquerra, Marta Rosique, ha recordado que los socialistas catalanes sí que aprobaron la ley catalana suspendida por el Tribunal Constitucional (TC) y ha avalado su regulación medicinal y recreativa. "Cuando no hay ley, se impone la ley de la selva, el descontrol y la inseguridad", ha explicado Rosique, que ha puesto el foco en la salud pública y no en la seguridad. Ha reivindicado su propuesta que, según dice, nace "con la intención de conseguir menos consumo, más control, menos adición y menos mafia". ERC ha tenido el apoyo de la mayoría de la investidura, incluido Junts per Catalunya y Ciudadanos.
Las fuerzas de izquierda han intentado animar al PSOE para que votara a favor, un apoyo necesario para que superara el trámite parlamentario y se pusiera en marcha el debate. Pero nada más lejos de la realidad porque los socialistas se han vuelto a alejar de los aliados habituales en esta cuestión y se han aliado con el PP y VOX, que han hecho descarrilar la norma todavía embrionaria. El representante del PSOE Alfredo Sancho Guardia ha hablado de una proposición de ley "llena de inexactitudes, juicios de valor y de contraindicaciones" y que va "en contra del Derecho Internacional y de la Constitución Española". En este sentido, Sancho Guardia ha defendido que "legalizar la producción y distribución de drogas está prohibido por la Convención Única de la ONU [sobre estupefacientes]". El principal partido del gobierno central ha defendido el uso terapéutico – ya legalizado en algunos medicamentos -, pero no con finalidades recreativas. "Uno ayudará a mejorar la calidad de vida de miles de pacientes que sufren dolores y el otro no ayuda a nadie en su calidad de vida", ha concluido Sancho Guardia.
El camino parlamentario tortuoso hacia la legalización
No será la primera vez ni tampoco la última que la regulación del cannabis se intente debatir en el Congreso de los Diputados. La última discusión la suscitó una propuesta similar elaborada por Más País, en octubre de 2021. Entonces una mayoría absolutísima de 263 diputados, entre ellos los 120 del PSOE, tumbaron la iniciativa del partido de Íñigo Errejón. El madrileño solo tuvo la complicidad de ERC, Unidas Podemos y otras fuerzas progresistas. Aparte, en la cámara baja está registrado, desde abril de 2022, otro texto con muchas similitudes impulsado por los morados, que todavía no la llevan al pleno a la espera del cupo. En cualquier caso, en junio de 2022, la comisión de Sanidad y Consumo del Congreso sí que reclamó al ministerio de Sanidad que autorizara el cannabis medicinal. Le dio seis meses, pero a estas alturas no se sabe nada.
Ahora bien, lo que pasó al Parlamento de Catalunya es otra cosa. El Tribunal Constitucional (TC) suspendió la ley catalana de asociaciones cannábicas aprobada en el 2017 por la cámara catalana, que regulaba el cultivo y transporte de marihuana por parte de estas asociaciones sin ánimo de lucro. El TC consideró que el contenido de la norma invadía competencias que son exclusivas del Estado. Ahora la propuesta de Esquerra bebe de aquella ley anulada porque, recuerdan, la han trabajado con las mismas entidades que ya participaron activamente en la negociación de la normativa catalana.
La propuesta de Esquerra: regulación "integral"
El texto presentado por los republicanos, inspirado en experiencias de otros países, apuesta por regular el cannabis de forma "integral", es decir, tanto para el consumo terapéutico como para el recreativo. En el preámbulo, ERC recuerda que, según una encuesta del CIS de 2021, el 90,1% de los preguntados afirmaba estar de acuerdo con la regulación de la maria en el ámbito terapéutico, aunque los partidarios de las finalidades lúdicas bajaban al 50%. La idea de Izquierda es "despenalizar" el cannabis y considerarlo un medicamento al cual se pueda acceder con receta médica. De esta manera, la proposición de ley rechazada propone que se pueda consumir esta sustancia en sitios donde se permite fumar tabaco. En la exposición de motivos, los republicanos critican la mirada prohibicionista que hay en la legislación actual. "La inseguridad jurídica y situación de irregularidad administrativa obliga a que los pacientes y usuarios acaben recurriendo al mercado sumergido", resume el texto. Además, la propuesta concreta que las plantas se cultiven en casa o a través de asociaciones sin ánimo de lucro y establece que cada ciudadano pueda tener seis plantas en casa y producir 480 gramos el año como máximo.