La Mesa del Congreso de los diputados ha acordado este martes vetar la comparecencia del exministro del Interior Rodolfo Martín Villa por haber admitido su "responsabilidad política y penal" en crímenes y torturas cometidos en la década de los años 1970. Con los votos contrarios del Partido Socialista, el Partido Popular y Vox, se ha tumbado la petición que Bildu registró para pedir explicaciones a Martín Villa sobre su ejercicio como ministro del Gobierno entre 1975 y 1982. Esta citación sólo ha contado con el apoyo de los miembros de Unidas Podemos, según ha informado Europa a Press.
La semana pasada, la formación independentista vasca, EH Bildu, pidió citar a Martín Villa ante la Comisión Constitucional del Congreso al entender que había aceptado su responsabilidad "política y penal" en crímenes franquistas durante su mandato. "Yo pude ser responsable político y también incluso el responsable penal de aquellas muertes. Incluso que en un ramalazo de locura habría podido ser el autor material. Lo que no era posible es que yo formas parte de algunos gobiernos, en concreto el de la Transición, que urdieron un plan de atemorizar los españoles partidarios de un gobierno democrático", dijo Villa.
La solicitud fue firmada por la diputada de EH Bildu por Navarra, Bel Pozueta y el diputado por Álava, Iñaki Ruiz y busca profundizar en los hechos referidos por el exministro Villa. "Aclarar los hechos y acabar con la impunidad que siguen disfrutando los responsables directos de los crímenes ocurridos durante la modélica transición", dice el comunicado. En más el diputado Ruiz de Pinedo ha añadido que ante los intentos de "justificar y limpiado la imagen de la modélica transición", no permitirán que condenen a las víctimas a "el olvido" y a la "impunidad". "Las palabras de Martín Villa confirman lo que los ciudadanos vascos y las víctimas sabían desde hace años", ha asegurado.
El independentismo con Podemos contra la guerra
Arran de la disputa entre Rusia y Ucrania, Unidas Podemos, Bildu, BNG, la CUP, Más País y Compromiso han hecho público un manifiesto para rechazar el envío de tropas españolas en la zona del Mar Negre. En este sentido, han pedido diálogo y medidas diplomáticas concretas para detener la escalada "bélica". Al mismo tiempo, han afirmado que "no tiene sentido que ahora la OTAN se extienda a Ucrania y Georgia para satisfacer los intereses de los Estados Unidos porque los estadounidenses son percibidos por Rusia como una amenaza militar que añade más tensión a una zona que ya ha sufrido demasiado". En el comunicado que han publicado las diversas formaciones, se expresa "preocupación por el aumento de la tensión bélica" entre los EE.UU. y Rusia a causa de la situación en torno a Ucrania, un conflicto que, según ellos, sólo se podrá resolver por la vía del "diálogo", la "distensión" y el "convencimiento de la paz como único camino". Además, en el documento titulado 'Manifiesto por la paz y para evitar una nueva guerra en Europa', Unidas Podemos, Bildu, BNG, la CUP, Más País y Compromiso "rechazan frontalmente cualquier amenaza o agresión militar a un Estado soberano, así como el envío de tropas españolas en el Mar Negre y Bulgaria en el marco de la OTAN".
Por otra parte, esta serie de partidos también ha reclamado cerrar el acceso de Ucrania a la OTAN, ya que, según apuntan, se trata de una "ruptura" de los compromisos adquiridos por esta organización. Además, señalan que la tensión entre Rusia y los EE.UU. "escala desde hace meses a causa del incremento sin precedentes del apoyo militar de diferentes países occidentales en el Gobierno de Ucrania". Y creen que el despliegue de tropas a ambos lados de la frontera puede suponer una "amenaza" que derive en un conflicto armado. En este contexto, consideran que "la Unión Europea tiene que evitar verse arrastrada" en esta deriva y formular "propuestas concretas de desescalamiento" que eviten un "conflicto que perjudica gravemente Ucrania y toda Europa en estos momentos de pandemia y de dificultades a los mercados mundiales de la energía". Para acabar de adobarlo, subrayan el respeto a la "soberanía" de los pueblos y rechazan amenazas militares "de un país en otro Estado soberano, sea de quien sea", así como cualquier "cambio de frontera por la vía de la agresión militar". Sin embargo, indican que el conflicto en Ucrania no es nuevo y expresan que este país "tiene que poder construir su futuro democrático sin ninguna injerencia".