Mariano Rajoy mantiene el rechazo a suspender la tramitación y entrada en vigor del artículo 155 de la Constitución, en caso que el presidente de la Generalitat Carles Puigdemont convoque elecciones, como proponía el PSOE esta tarde ante el Senado, mediante una modificación del acuerdo del Consejo de Ministros. Según fuentes del Gobierno, el objetivo del 155 no es convocar comicios en sí mismo, sino volver a la legalidad y eso sólo equivaldría a que Puigdemont anunciase además la rendición del camino hacia la independencia, como adelantaba hace unos días El Nacional.
"El 155 irrumpe por la ilegalidad y acaba en elecciones, pero no es sólo para las elecciones" insistía una fuente del ejecutivo en los pasillos de la cámara alta, después de que el portavoz socialista Ander Gil propusiera en el interior de la comisión esta enmienda. Por ese motivo, desde la Moncloa descartan ahora aceptarla "en los términos en que está redactada" por Ferraz porque sólo apunta en la línea de la convocatoria de comicios. La aclaración llega después de que algunos medios aseguraran que el Partido Popular preveía aceptar la modificación del PSOE.
El ejecutivo huye, sin embargo, de "redactarle los discursos en Puigdemont" en alusión a qué haría falta para que el 155 no se llegara a aplicar. No lo dicen, pero su objetivo es que anuncie el final del proceso soberanista y restablezca la legalidad constitucional previa a los días 6 y 7 de septiembre. Al respecto, un íntimo colaborador de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría decía que no le constaban contactos con la Generalitat que pudieran haber motivado la creencia que unas elecciones dejarían el 155 en jaque, pero denuncian que "nadie tiene que ofrecer ninguna garantía" al Govern.
La cuestión es que el equipo de Pedro Sánchez había apostado por esta medida de "reversibilidad" según Gil, para darle "una salida a la Generalitat". "Todo es susceptible de volver aún a su cauce. Hace falta un punto de encuentro, un hilo de esperanza para una solución distinta" insistía el senador. Todo ello, después de que Santamaría sentenciase que el ejecutivo catalán "nunca tuvo voluntad de dialogar", algo que se habría visto con la ausencia de Puigdemont en la cámara alta, de modo que la Moncloa procedía a devolver al independentismo al "punto de partida".
Así las cosas, desde el Gobierno sí prevén estudiar la propuesta de modificación del PSOE sobre no tomar el control de TV3 –dentro del apartado de medios de difusión y comunicación públicos. Del mismo modo, las fuentes asumen ya como propia la medida socialista donde este pide que la aplicación del 155 sea progresiva, pues argumentan que ya está establecido así en el acuerdo del Consejo de Ministros del pasado sábado. Aquí denuncian "sólo haber oído ruido", desde que se aprobó la intervención de la Generalitat, y ninguna voluntad de retornar a la Constitución.