Ni la ley de amnistía, ni el caso Koldo, ni las esperanzas fallidas de las elecciones europeas pasan factura al PSOE. Según una encuesta de 40dB para El País, los socialistas vuelven a recortar distancia con el PP de cara a unas nuevas elecciones generales. En este caso, el sondeo muestra el porcentaje de votos que conseguiría cada formación, en el caso de los socialistas conseguirían el 31,2%, dos puntos porcentuales por debajo de los populares que tendrían un 33,3%. Por otra parte, después de su irrupción en el Parlamento Europeo, Se Acabó la Fiesta (SALF) podría entrar en el Congreso de los Diputados con el 4,4% de los votos, muchos de los cuales saltan de las filas de Vox, quien perdería apoyo. Sin embargo, a grandes rasgos, crecería tres puntos porcentuales el bloque de la derecha y la extrema derecha.
Si actualmente se convocaran elecciones generales al Estado español, tanto el PSOE como el PP sacarían resultados prácticamente iguales que en los del 23 junio del 2023. Los socialistas concentraron el 31,7% hace un año y ahora obtendría el 31,2%. Los populares pasarían del actual 33,1% de los votos al 33,3%. Es decir, cambios muy escasos, por lo tanto, la clave de la gobernabilidad caería en manos de los socios de los dos partidos y aquí el PP parte con ventaja.
El bloque de la derecha y la extrema derecha saldría beneficiado en su conjunto, pero no todos los partidos. Si bien el PP sube unas décimas, Vox baja, del 12,4% de los votos al 10,4%. Según la encuesta, actualmente, casi el 12% de los votantes de la formación liderada por Santiago Abascal se decantarían por el partido de Alvise Pérez. La competencia en el espacio de la extrema derecha sale a la contra de Vox y en favor de SALF. Sin embargo, en total la suma de PP, Vox y SALF concretarían tres puntos porcentuales más que el 23-J. Además, el número de votos a la extrema derecha subirían con la irrupción de Alvise.
Los socios del PSOE pasan por un mal momento
Mientras los socios más probables de los populares mantienen su bloque, los socialistas lo tienen más difícil. Sumar seguiría su tendencia en las últimas elecciones autonómicas y europeas y perdería buena parte de sus votantes. Los de Yolanda Díaz pasarían de concentrar el 12% de los votos al 5,9%. Buena parte de los votos de Sumar volverían a Unidas Podemos, que conseguirían el 3% de los votos. El PSOE, Sumar y Podemos se quedarían al 40,1%, es decir, cuatro puntos porcentuales menos que el 23-J. Los dos bloques tendrían que ir en busca del apoyo del resto de las formaciones para asegurarse el camino hacia la Moncloa.
Con respecto a las formaciones catalanas, Junts se impondría por delante de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Los republicanos pasarían del 1,9% de los votos al 1,1%. Esta pequeña bajada es suficiente para que los juntaries posicionaran por delante, pasando del 1,6% al 2,1%.