La sombra de malas noticias para Ciudadanos se alarga de cara a las elecciones del 10 de noviembre. El último ingrediente que transforma el color naranja hacia un negro funeral no es ni una encuesta demoledora, ni otra dimisión de algún miembro del partido, ni el nuevo salvador de los debates de Albert Rivera, el perro Lucas, sino un presunto caso de fraude en las primarias de Murcia.
Según explica el diario La Verdad, el Cuerpo Nacional de Policía espanyola ha constatado que durante el procés de elecciones internas de Cs para presidir la comunidad murciana que ganó Isabel Franco, existieron irregularidades con las votaciones telemáticas. Según un informe del Grupo de Delincuencia Económica y Fiscal encargado por el juzgado de instrucción número 5 de Cartagena, Franco recibió al menos 14 votos desde dos IP estáticas ubicadas fuera de la Región de Murcia –11 desde Madrid y 3 desde València.
La investigación de este supuesto pucherazo se ha abierto seis meses después de que el candidato vencido a estas primarias murcianas de Cs, Leonardo Pérez, presentara una denuncia en la comisaría de la policía de Cartagena en la cual adjuntaba un informe pericial que concluye que no 14, sino un total de 227 votos emitidos a favor de Isabel Franco serían fraudulentos y provendrían de IP estáticas de otros puntos del país.
En este sentido, el juzgado no entiende como durante el proceso de votación –que se realiza directamente a través de la intranet de la página web de Cs– no se genere un rastro entre los datos de los votantes –incluida fecha y hora en que se votó– y la IP correspondiente.
De hecho, antes de las primarias de marzo Ciudadanos contaba con un software para las elecciones internas, controlado por una compañía externa nombrada Monomio Media S.L., pero en el 2018 decidieron prescindir de sus servicios. Actualmente, no hay ninguna empresa, y es el propio partido el que realiza el recuento y el que tiene acceso a los datos de los afiliados, incluidos usuarios y contraseñas.