Carles Puigdemont ha comparecido en la sala de prensa del Parlamento Europeo, acompañado de los también eurodiputados de Junts Toni Comín y Clara Ponsatí, para asegurar que la sentencia del TGUE que los ha dejado de nuevo sin inmunidad no cambia en nada su estrategia de defensa ante el Estado español. "Hoy la opción del retorno está exactamente en el mismo punto que antes de la sentencia. La tenemos igual de lejos e igual de cerca", ha asegurado Puigdemont, que ha dejado claro que la próxima semana cruzará la frontera francesa para ir a Estrasburgo, a la última reunión del Parlamento Europeo, aunque el juez instructor Pablo Llarena reactive la euroorden contra él en las próximas horas.
El responsable de la defensa de los eurodiputados, Gonzalo Boye, ha explicado que presentarán recurso contra la decisión del TGUE, para lo cual hay un plazo de dos meses, y que pedirá medidas cautelares para evitar que una nueva euroorden planteará un riesgo de detención, aunque ha asegurado que la sentencia no discute que conservan la inmunidad para desplazarse a las reuniones de la Eurocámara. El abogado ha reprochado que la sentencia contiene "puntos muy débiles", como el no reconocimiento de la inmunidad de los diputados como derecho fundamental o contradicciones con sentencias previas del TJUE.
Perseguidos políticos
Puigdemont, que ha admitido que esta no era la sentencia que esperaban, aunque también la tenían prevista, ha reiterado que se les persigue por "razones estrictamente políticas", y que eso en Europa no tiene cabida, por lo cual no dejará de insistir en esta vía, no solo para defender sus derechos sino "porque son los derechos colectivos".
Ha insistido en que no cambiarán su estrategia para "derrotar la posición del Estado español" y que su objetivo es "un retorno como personas libres, no como resultado de un pacto, o por beneficios de una reforma de una ley pactada en los despachos del Congreso de los diputados o la Moncloa". "Algunos se han beneficiado de eso. Nosotros no", ha remarcado, en referencia a la reforma del Código Penal que ha eliminado el delito de sedición y que pactó ERC con el gobierno del PSOE.
Carga de Ponsatí
Buena parte de la sala de prensa del Parlamento ha quedado ocupada por los representantes de las entidades y los partidos independentistas que han acudido a apoyar a los eurodiputados, entre los cuales el presidente de Òmnium, Xavier Antich, la ANC, Dolors Feliu, y el AMI, Jordi Gaseni. Así como la consellera de Exteriores, Meritxell Serret; la cúpula de Junts; el eurodiputado de ERC Jordi Solé o los diputados de la CUP Carles Riera y Albert Botran.
Con todo, y a pesar de la contundencia de las palabras de Puigdemont, la breve rueda de prensa que han protagonizado ha hecho evidente grietas en la estrategia en el exilio. Clara Ponsatí ha cargado contra la estrategia de ERC —"ni el gobierno autonomista de la Generalitat ni los pactos con el PSOE pueden ofrecer nada que no sea la rendición o la renuncia", ha advertido—, pero también contra la del exilio, que ha prometido el retorno. "Esta constante huida hacia delante tiene que acabar. Basta de ficciones, basta de alimentar ilusiones que no se cumplirán", ha reclamado. Las palabras de la eurodiputada han recibido tres aplausos en solitario de la presidenta de la ANC. Ponsatí es la única de los tres eurodiputados contra la cual Llarena no puede emitir euroórdenes, dado que solo está acusada de malversación agravada.
La distancia entre los partidos independentistas se ha vuelto a hacer evidente. Ningún representante de ERC ha asistido a la reunión previa a la rueda de prensa que los eurodiputados han celebrado con los partidos y entidades que han acudido a Bruselas, y donde les han hecho una primera valoración de la sentencia.