Mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue sin dar explicaciones sobre la polémica del CatalanGate, en Catalunya se acumulan las peticiones de dimisiones, explicaciones y responsabilidades, pero también la falta de acuerdo sobre como tiene que seguir la relación con el estado español. Para el presidente Carles Puigdemont la respuesta es clara: ya es suficiente de mesas de diálogo: "El diálogo no existe. Estamos en un no diálogo, un simulacro, un decorado, una mesa de cartón piedra. No hay ni un solo resultado que alguna de las dos partes pueda explicar a la opinión pública. Ya hace mucho tiempo que dura esta comedia".
El presidente de Junts lo ha dicho con contundencia durante una intervención que ha hecho de forma telemática en el puesto de Sant Jordi del Consell per la República, donde han asistido varias personas para seguir las palabras de Puigdemont, que ha asegurado que el gobierno central "dedica más esfuerzos y gastos a espiar que a dialogar", y es por eso que ha pedido poner fin al diálogo: "No tiene ningún sentido, a no ser que sea dejarnos tomarnos el pelo y demostrar en el mundo que nos dejamos tomar el pelo".
Puigdemont ya ha avisado de que no se puede pretender que el Gobierno haga mucho para llegar al fondo de la cuestión del espionaje, porque casi una semana después de que haya estallado el escándalo, el presidente Sánchez "no ha ordenado a la Fiscalía, ni a los abogados del Estado ni a la policía que investigue ni practique detenciones". El presidente en el exilio también ha acusado una de las únicas voces de la Moncloa que ha hablado del tema, la ministra de Defensa, Margarita Robles, de quién ha dicho que tiene "las manos sucias" en este caso de espionaje: "Se ha atrevido a decir que no hay nada para explicar ni investigar".
Además Puigdemont ha opinado que si España quiere que no se la vincule con una práctica antidemocrática, sediciosa y terrorista, tiene que abrir una investigación, una cuestión que ha recordado que no se hizo ni con los atentados de la Rambla ni con la Operación Catalunya: "Se dice democrático, pero no se comporta de manera democrática", ha añadido el líder de Junts.
Sant Jordi y catalán
Puigdemont también ha hablado de Sant Jordi y es que ha recomendado a la gente comprar en especial aquellos libros de autores que lo han tenido difícil, que han recibido amenazas o que no pueden estar presencialmente firmando ejemplares por este motivo. Ha dicho también que considera que Sant Jordi tendría que ser festivo, y que desgraciadamente no lo es por culpa de tener un calendario de fiestas impuestas "por culpa de la dependencia forzada al Gobierno".
En un día tanto importante para la lengua catalana, ha advertido que la actual situación con los tribunales intentando intervenir sobre la escuela catalana, supone un contexto no sólo de regresión lingüística, sino que es una agresión lingüística. Así es porque asegura que existe una campaña y estrategia para liquidar el catalán de la esfera pública, ya que el catalán recibe ataques por todas partes y "el estado español contribuye a esta agresión".