Carles Puigdemont ha avisado de que los Estados pueden cambiar la historia con la inteligencia artificial (IA), después de compartir un artículo del Financial Times sobre el despliegue de China para crear una IA socialista. "A ver qué tarda España", ha tuiteado Puigdemont, después de advertir que "borrar o cambiar la historia será más fácil gracias a la inteligencia artificial" y que "en China —qué sorpresa— ya lo están haciendo".

El president en el exilio ha compartido un pequeño párrafo del artículo donde se explica que "el resultado es visible para los usuarios de los chatbots da IA de China". "Las consultas sobre temas delicados como lo que pasó el 4 de junio de 1989 —la fecha de la masacre de la plaza de Tiananmen— o si Xi Jinping parece Winnie-the-Pooh, un meme de internet, son rechazadas por la mayoría de los chatbots chinos", añade. El texto versa sobre el despliegue chino para crear una IA socialista, con funcionarios gubernamentales que prueban modelos lingüísticos para garantizar que sus sistemas "encarnan los valores socialistas fundamentales".

Defensa editó la Wikipedia para reescribir 'Alcarràs'

Sin embargo, hay que decir que no hace falta la IA para que España intente cambiar la historia en internet. Hace casi dos años, desde el Ministerio de Defensa intentaron reescribir Alcarràs en la Wikipedia, pero los pillaron. Los hechos tuvieron lugar después de saberse que la película de Carla Simón sería la candidata española en los Oscars: desde el ministerio entraron a la página de la Wikipedia del pueblo que da nombre al filme y modificaron el párrafo donde se hablaba del 1 de octubre de 2017 para borrar los detalles sobre las cargas policiales.

Alcarràs fue uno de los municipios donde la Guardia Civil y la Policía Nacional cargaron contra ciudadanos pacíficos para intentar evitar la celebración del referéndum. Que entonces el pueblo cogiera renombre internacional seguro que llevaría a mucha gente en la entrada de la Wikipedia para saber qué quería decir el título del filme de Simón, motivo por el cual había que hacer alguna cosa: pegar a los ciudadanos no parece una buena carta de presentación al mundo para un Estado. Sin embargo, la cuenta de Twitter SpainGovedits los pilló y el ridículo fue mayúsculo.

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