"Sé que en la Constitución no encaja pero nos hemos ganado ser tratados políticamente de manera bilateral", ha asegurado el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, en la inauguración del XXI Encuentro de Economía en S'Agaró (Baix Empordà), organizado por la fundación Olof Palme. En este sentido, el president ha reiterado que no acudirá a la conferencia de presidentes autonómicos para hablar de finaciación, ya que considera que "las cosas ya están muy claras" y no servirá para conseguir mejoras para Catalunya. Anticipa que saldrían "insatisfechos" dada la historia de cimeras presidenciales y sus resultados. Entiende que lo avalan los 23 puntos del expresident Artur Mas de hace dos años y los 46 puntos propios actuales
El presidente de la Junta de Galicia, el popular Alberto Núñez Feijóo, "ya nos ha advertido que no esperaba aceptar nunca nada que pudia satisfacer a Catalunya", ha añadido. En esta línea, entiende que liderar el debate de la financiación autonómcia tiene malas consecuencias por ambos lados. Negativo para Catalunya que da una imagen de mendigar, negativo para España porque un buen acuerdo para Catalunya tiene que aplicarse al conjunto de autonomías "incluso en aquellas que no lo han pedido."
A pesar de todo, Puigdemont no quiere que esto se entienda como un "menosprecio" o "un desaire" pero es que desde Catalunya ya "estamos trabajando en un modelo de financiación". Sin embargo, también asegura que cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le llame para una entrevista, "yo iré."
¿Presupuestos? Sin bola de cristal
¿Se aprobarán los Presupuestos de 2017? "No tengo la bola de cristal", ha respondido Puigdemont y en este sentido, se ha abierto a negociar no sólo con la CUP sino con el resto de grupos políticos. Según el presidente, "son unos presupuestos hechos con bisturí, afinados al por menor, son un ejercicio admirable de eficiencia económica." Sin voluntad de aumentar más la presión fiscal y con más políticas sociales "necesarias y urgentes." Y todo ello, a pesar de que las transferencias del Estado no los permiten hacer "otros tipos de política".
En cuanto a la supresión de la deducción adicional para la compra de vivienda para rentas de más de 30.000 euros, Puigdemont ve "exagerado" mostrarlo como un "ataque a las clases medianas". Calcula que supone entre 30 y 60 euros el año para las personas que ya no disfruten de esta deducción.
"Estamos rascando mucho la piel, hay poco recorrido si no sabemos que en Cataluña tenemos una gran fortuna que no grabamos, que se llama estado español", ha espetado Puigdemont.
Los agravios como "deber"
El portavoz del gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo, ha reprochado que Puigdemont aprovechara lo entrega de Premios de Foment ante el rey Felip VI y la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, para asegurar que el Estado ha "negligido" sus deberes con Catalunya.
En su defensa, el presidente de la Generalitat ha considerado que cumplió con su "deber" como jefe del ejecutivo. "El presidente tiene que hacer su trabajo y, yendo a un lugar donde hay gente muy relevante que escucha, no mencionar los agravios me parecería un fraude", ha asegurado. De lo contrario, "los ciudadanos no lo habrían aceptado." Además, ha querido concretar que "no era una listado exhaustivo, podía ser mucho más largo pero no se trataba de convertirlo en un misal de agravios."
Reivindicar los agravios como reconocimiento de la realidad par el diálogo plural con la voluntad de llegar a acuerdos que para ser potentes, se tienen que hacer "desde posiciones bien distantes". Y como propósito de bilateralidad, Puigdemont ha remarcado que siempre reitera una "absoluta disposición a pactar en la forma de votar."