En Canadá se hablan dos de las lenguas más habladas en el mundo. El inglés y el francés son las dos lenguas oficiales de este país norteamericano. Son dos lenguas que, para todo el mundo, nada hace pensar que estén en riesgo de desaparecer. Pero el caso es que el francés sí que sufre problemas de salud en Canadá. En este país se habla mucho más inglés, y en los últimos días ha reavivado una polémica en este Estado, y es si el francés sufre discriminación lingüística en Canadá. Todo ha estallado porque en el nuevo consejo de administración de la compañía canadiense de ferrocarriles no hay nadie que hable el francés. Incluso el presidente de la Generalitat en el exilio, Carles Puigdemont, se ha hecho eco de la noticia en su cuenta de Twitter. "Ser lengua oficial no salva de la discriminación", ha escrito en sus redes sociales.
Está siendo una polémica real en el Canadá, hasta el punto que el gobierno de Justin Trudeau ha tenido que reaccionar a esta polémica. El primer ministro canadiense ha asegurado que se siente "frustrado" ante una situación de este tipo, y ha asegurado que "los canadienses de habla francesa tendrían que verse reflejados en nuestras principales instituciones nacionales de todo el país". Es por eso que ha instado la empresa pública canadiense de los ferrocarriles a tomar medidas y revertir esta situación, ya que el francés se encuentra discriminado a estas alturas en su cúpula directiva. El caso es que esta situación no es de extrañar si se tiene en cuenta que en el Canadá solamente hay ocho millones de francófonos. Una cifra bastante baja si se tiene en cuenta que la cifra de anglosajones es de 37 millones.
En su tuit, Puigdemont se hace eco del hecho de que los máximos responsables de los ferrocarriles canadienses no hablen el francés, aunque la sede de la empresa pública esté ubicada en el Quebec. Además, recuerda que "el presidente de Air Canadà dijo que no tenía tiempo de aprender el francés". Asimismo, asegura en su mensaje en las redes sociales que hace falta siempre "voluntad política" para salvar una lengua, y que su oficialidad nunca es garante de su supervivencia o de su uso entre los habitantes del país.
El caso, sin embargo, es que la polémica está salpicando en el mismo Trudeau. A pesar de que tiene conocimientos de francés y que lo utiliza a menudo en muchos de sus discursos; en los últimos días ha pronunciado algunos únicamente en inglés. Y algunos canadienses lamentan que en los canales de difusión del ejecutivo canadiense no se han doblado estos mensajes al francés. Un dato interesante también es que más del 90% de los ciudadanos de este país están vinculados al bilingüismo, pero menos del 20% de los habitantes domina las dos lenguas.