El presidente del grupo parlamentario de ERC, Josep Maria Jové, ha presentado un incidente de recusación contra el presidente del TSJC, Jesús Maria Barrientos, a raíz de las declaraciones que hizo sobre la aplicación de la ley de amnistía. Sobre este movimiento de Jové se ha manifestado Carles Puigdemont, que se ha mostrado contundente contra el Estado español y sus jueces. Puigdemont, alegando su experiencia "personal y directa" con varias judicaturas europeas, ha asegurado que lo pasa en España con los jueces "es una anomalía en la Europa democrática".

A través de una publicación en su cuenta de X, ha defendido que ninguno de los jueces españoles que se ha pronunciado públicamente tanto en contra de la independencia como de la amnistía "tendría ninguna posibilidad de intervenir en causas que estuvieran directamente relacionadas". El eurodiputado de Junts ha recordado que el deber de los jueces es "garantizar a todas las partes una conducta plenamente imparcial" y considera que no es el caso de "personajes como este" —en referencia a Barrientos—. Para concluir, ha asegurado que "en una democracia europea habría sido apartado desde el primer día que abrió la boca".

Imparcialidad de los jueces

Carles Puigdemont ha defendido que los jueces tienen derecho a tener opinión, pero también tendrían que ser conscientes de que dar su opinión "les impide administrar justicia en aquellas causas que tienen que ver". En este sentido, ha explicado que sus abogados belgas recuerdan el caso del juez Connerotte, que instruía el caso Dutrox del criminal condenado a perpetuidad por el asesinato y violación de niños y adolescentes. El juez del caso fue apartado por haber participado en un acto a beneficio de las familias de los niños desaparecidos, se entendió como una señal de parcialidad. "Incluso el derecho a un juez imparcial se respetó a uno de los peores criminales de la historia belga contemporánea", ha señalado. Sobre este hecho, ha reconocido que fue polémico, pero actualmente "nadie duda de que la justicia sale reforzada cuando los jueces que lo tienen que impartir son impecablemente imparciales". Sin embargo, tal como ha apuntado Puigdemont, "son humanos y se pueden equivocar, y seguro que tienen convicciones íntimas", pero los ha recordado que su obligación es garantizar una conducta "plenamente parcial".

Recusación a Barrientos

Jové ha presentado un incidente de recusación contra Barrientos por sus manifestaciones públicas sobre la amnistía pactada esta semana entre PSOE, ERC y Junts per Catalunya. Barrientos es uno de los tres magistrados que juzgará a Jové a partir del 10 de abril por su implicación en el 1-O y a finales de febrero aseguró en un acto que la ley "privilegia una parte ante el conjunto de la ciudadanía nunca podrá ser esgrimida como un elemento de pacificación, sino de discordia" e hizo referencia a "espacios de impunidad".

La defensa de Jové considera que estas declaraciones afectan de "forma clara y manifiesta a la debida imparcialidad predicable" de cualquier tribunal e implican una "oposición frontal" del juez a la ley de amnistía. Para la defensa, si Barrientos augura "espacios de impunidad" cuando se aplique la ley, es porque se muestra convencido "sobre el carácter delictivo de los hechos que podrían llegar a ser amnistiados". Lo que expresa es "el convencimiento de que todas las personas que se puedan llegar a beneficiar son culpables de los hechos que se los atribuyen y merecedores de una condena penal".