El president Carles Puigdemont ha cargado duramente contra la exlíder del PP catalán y senadora, Alícia Sánchez-Camacho, y la acusa de ser "una miserable que conspiró con una trama policial corrupta por razones políticas", después de que este viernes hayan salido a la luz unos audios entre el excomisario Villarejo y Sánchez-Camacho, vinculados con la operación Catalunya. Sánchez-Camacho es una pieza importante en esta trama. El diario El Món ha revelado unas conversaciones en las cuales ella habría pasado una lista de negra de independentistas para enviarlos a Villarejo, y que este, los investigue. El exlíder de los populares en Catalunya señaló que había que investigar al empresario Carles Sumarroca, Enric Lacalle, acusado de ser un agente doble, Artur Mas, Oriol Pujol, Josep Antoni Duran, el entonces director de la fundación La Caixa, y actual conseller d'Economia i Hisenda, Jaume Giró y el entonces director de La Vanguardia, José Antich. Además, el diario asegura que fue Camacho quien dio el teléfono del president Mas al comisario. Puigdemont, a través de un tuit, acusa a Sánchez-Camacho de ser una miserable que "se reúne con policías patrióticos y los paso listas negras de personas que, si fuéramos en los años treinta, habrían sido ejecutadas. Una conspiración mafiosa que quedará impune".
La lista negra de Sánchez-Camacho
Esta conversación, a la cual ha tenido acceso El Món, se produjo en una reunión el 6 de noviembre de 2012 en casa de Sánchez-Camacho. En la grabación, se escucha cómo Camacho deja claro que se tiene que investigar a Jaume Giró porque, según revela, "se ha vuelto totalmente independentista a pesar de cobrar entre 400.000 y 500.000 euros el año". Camacho pasa a Villarejo el teléfono de Jaume Giró y también el de Artur Mas, porque este le explica que tiene cuentas en Luxemburgo y en Andorra y que hace el trabajo sucio a Jordi Pujol. Al fin y al cabo lo hacen con un objetivo claro: que Convergència y Unión no consiga la mayoría absoluta: "Esta guerra que haremos es para evitar que estos tipos tengan mayoría absoluta, pero el día 26 se tiene que seguir trabajando al máximo", afirma al excomisario. Y Camacho añade: "Aquí tendrá mayoría el señor Mas, que promoverá en el Parlamento las declaraciones unilaterales de independencia y toda la pesca".
En esta conversación, Camacho detalla a Villarejo que Giró siempre le pide que le gustaría ir a los actos donde asista, el que era presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando viaje a Barcelona. En este sentido, Villarejo mete a Giró en el saco de la trama que lleva a cabo Joan Maria Nin, uno de los máximos directivos de CaixaBank en aquel momento, e Isidre Fainé, presidente del consejo de la entidad. El excomisario dibuja una guerra entre los dos, y añade que Faine tiene las de ganar y "tiene ganas de cortarle el cuello a Nin". Para Camacho es especialmente importando el caso de Giró, incluso, al final de la conversación, cuando se intercambian números de teléfono, insiste "acuérdate de Giró".
Una vez han resuelto este tema, cambian de objetivo. "Interesa fijar toda la atención sobre los Pujol, sobre todo Oriol". Sobre Oriol Pujol asegura que tiene negocios con un "tipo de Galicia sobre la compra de medicamentos caducados". Otro de los que tienen en su punto de mira, y, por lo tanto, los dos consideran que se tiene que atacar, es Josep Antoni Duran y Lleida, que entonces era el líder de Unión. Villarejo dice que tiene dinero en Andorra y lo califica de agente doble, de jugar a dos bandas. Por eso, creen que lo tienen que sacar del panorama político como sea. Villarejo dice que es "un tipo clave que se tiene que desmantelar y Sánchez-Camacho, que tienen que enviarlo en el exilio". Camacho también califica de agente doble a Enric Lacalle, exconcejal del PP en Barcelona. Lo acusa de trabajar para Convergència y Unión y también de tener buena relación con Jorge Fernández Díaz y dice Camacho que está ayudando a Artur Mas a apostar por el independentismo.