El president Carles Puigdemont declarará este lunes ante el juez del Tribunal de Schleswig Holstein, el land alemán donde fue detenido ayer, que tendrá que determinar si abre paso a la euroorden de extradición que ha pedido España. En caso afirmativo, no significa que Puigdemont sea entregado a las autoridades españolas, sino que se abrirá el trámite judicial, y los abogados del president podrán presentar recurso.
El debate en Alemania de la extradición de Puigdemont es complejo porque tiene ramificaciones políticas, y como ha advertido el comentarista de prestigio del Financial Times, Gideon Rachman: o daña a Alemania o daña (y mucho) a España. No es una simple decisión técnica judicial. A la discusión de la euroorden se puede acabar añadiendo una petición de asilo político que Puigdemont está sopesando de tirar adelante, si bien la primera tendrá prioridad en la Justicia alemana.
De los dos grandes diarios alemanes, el más importante, Frankfurter Allgemeine Zeitung, no se ha pronunciado abiertamente en contra de la detención de Puigdemont, pero ha cargado con dureza contra la forma como trata Catalunya el Gobierno español. El segundo diario, el Süddeutsche Zeitung, ha criticado claramente la detención, advirtiendo de que ahora Alemania por primera vez tiene presos políticos desde la Segunda Guerra Mundial. Los dos rotativos tienen mucho peso en la sociedad alemana, especialmente en el mundo económico, y se leen en la cancillería. Las tesis contrarias a la detención se han extendido además a la prensa suiza, país que no puso ningún tipo de problema a la reciente visita del president catalán.
La detención de Puigdemont ha provocado un domingo de fuerte tensión en Catalunya, donde 55.000 personas se han manifestado en Barcelona convocadas por la ANC, con el apoyo de Òmnium. Mil más se han concentrado ante la delegación del Gobierno español, convocadas por los CDR. Al final del día se han producido algunos incidentes en la capital catalana, con fuertes cargas policiales. Se han registrado 4 detenciones y 59 heridos de carácter leve. El Liceu se ha desbordado con gritos de libertad.
El vicefiscal general de Alemania, Ralph Döpper, había anunciado al mediodía que Puigdemont había sido trasladado al centro penitenciario de Neumünster, cerca de Kiel, en régimen de "custodia policial", a la espera de comparecer mañana ante el juez para decidir si se le empieza a aplicar el procedimiento de la euroorden. El president ha sido trasladado al centro penitenciario en una furgoneta discreta sin ningún emblema policial, y custiodada por vehículos de la policía del land.
El fiscal ha dado a entender que las autoridades alemanas se lo tomarán con calma. "La decisión sobre si el líder independentista será puesto bajo el trámite de extradición probablemente no se tomará hasta mañana", ha indicado el fiscal Döpper. "Estamos tan solo al principio de la prueba", ha añadido.
La fiscalía que actúa en este caso no es la federal sino la de Schleswig-Holstein, el land alemán donde Puigdemont ha sido detenido. Fuentes del ministerio público han explicado que el proceso no será inmediato y que puede tardar días, pero también han descartado que se alargue tanto como en el caso de Bélgica, donde puede durar meses. Desde la Fiscalía, han confirmado que Puigdemont está "bajo custodia" de las autoridades.
Esta es la prisión de Neumünster donde está ingresado el presidente Carles Puigdemont.
Personas que viven cerca de la prisión de Neumünster (Alemania), donde ha ingresado de forma provisional el president, han mostrado esta tarde su solidaridad con el mandatario catalán con carteles y fotografías improvisadas. Han participado miembros de la ANC de Hamburgo, que se han desplazado, y de colectivos de izquierdas de la zona.