Los eurodiputados Carles Puigdemont y Toni Comín han retirado la solicitud para incorporarse a los Verdes-Alianza Libre Europea en el Parlamento Europeo.
Puigdemont y Comín han comunicado por carta a los colíderes del grupo europarlamentario, Ska Keller y Philippe Lamberts, que han decidido no adherirse a su grupo parlamentario esta legislatura.
En la misiva, los diputados catalanes esgrimen razones de coherencia y justifican la renuncia por el "debate interno" y las "serias discrepancias" que ha creado su posible incorporación entre los miembros del grupo.
Estaba previsto que los Verds/ALE discutieran este miércoles si admitían a Puigdemont y Comín en el grupo. Hacía falta un "consenso" a favor de su entrada, y en caso de no estar se había planteado una votación donde haría falta una mayoría absoluta.
Evitar "serias discrepancias"
Su incorporación, dicen "tiene que ser fruto de una fuerte unidad interna y del máximo consenso posible". Lo último que quisieran Puigdemont y Comín es entrar en un grupo "después de un proceso que haya podido causar serias discrepancias entre algunos de sus miembros" y que "nuestra aceptación sea un elemento de discordia" en un espacio político al cual se sienten muy próximos y vinculados, subrayan.
En la carta, además, destacan que la renuncia no es "en ningún caso" un "rechazo a su proyecto político" y agradecen los contactos mantenidos hasta ahora para explicar el proyecto que defenderán en Europa. "Un programa basado en las personas, en los derechos humanos, en la sostenibilidad ambiental, social y económica, y en la fraternidad entre los pueblos del mundo".
Puigdemont y Comín acaban con una defensa al derecho a la autodeterminación, que definen como un "derecho imprescindible para poder asegurar un mundo de paz, democracia y libertades". Además, emplazan a los Verdes a seguir colaborando en cuestiones de interés común.
Visibilidad y poder de negociación
Si no se adhieren a ningún otro grupo, Puigdemont y Comín serán diputados no adscritos al Parlamento Europeo. Esta condición les mantiene los derechos intactos, así como los mismos deberes que al resto de integrantes del hemiciclo.
Ahora bien, según Jaume Duch, director general de Comunicación del Parlamento Europeo, sin formar parte de un grupo parlamentario el desarrollo burocrático se puede ver ligeramente afectado.
En la práctica, puede ser más difícil, por ejemplo, pedir cambios en el orden del día del pleno, presentar preguntas o mociones, negociar resoluciones o tener tiempo de palabra en las sesiones plenarias. Por lo tanto, sin el paraguas de un grupo está la posibilidad de perder cierta visibilidad y poder de negociación.