Un contundente Carles Puigdemont ha aprovechado esta mañana en Argelers su último discurso como presidente del partido para cargar contra el Estado español que sistemáticamente "castiga" a los catalanes, pero también contra la estrategia de negociación de Esquerra, a quien no ha citado en ningún momento. Puigdemont ha denunciado tanto lo que ha descrito como un maltracto sistemático del Estado hacia Catalunya, como la anormalidad que representa el hecho que su partido tenga que celebrar el congreso en la Catalunya Nord mientras se mantiene el exilio, y ha advertido que "el principio de realidad obliga a hacer política asumiendo y partiendo desde esta anormalidad". "Nada es más irresponsable, fantasioso, mágico, que hacer la política de los tiempos normales con tiempo de tanta gravedad como ahora vivimos desde hace 5 años", ha sentenciado.
En este punto, y sin citar en ningún momento explícitamente a la formación republicana, ha descrito esta actitud como la política del avestruz, de engañarse, hacerse el sordo diciendo que las cosas van bien, seguro que habrá buenos resultados. "Es normal que haya quien piense no quiero vivir tantas angustias y me instalo en la anormalidad, unos le llaman reconciliación, pacificación, que me permita hacer el vivo, y que quien día pasa año empuja. Quizás eso puede ser útil si lo que se busca es fortalecer a determinado partido, que tenga como objetivo priorizar el bienestar de sus cuadros, pero eso tiene consecuencias catastróficas para los ciudadanos", ha reprochado. Seguían el acto, entre los invitados en el congreso, la exconsellera Alba Vergés, la diputada Raquel Sanz y el vicesecretario de comunicación de ERC, Oriol Lladó.
Ya está bien. ¡Cojones!"
Ha señalado entre las consecuencias más catastróficas de este "no reconocimiento del principio de realidad" los datos sobre cumplimiento de las inversiones del presupuestos del 2021, según las cuales, en Catalunya se ha ejecutado un 36% de las inversiones y en Madrid un 184%. ¿"Explicad a los ciudadanos que legítimamente votan otras opciones, sabes cuándo vales tú para España? 3,6 frente 18,4. ¡Collons, ya está bien!", ha exclamado.
Puigdemont, ha recordado que el propio partido que hasta ahora ha presidido es un síntoma que la situación no es normal, "un partido fundado en la prisión con dirigentes en prisión y exilio". "No es normal, nada, nada, nada, normal y mirado desde Europa menos, un estado de represión como el instaurado en el Estado español, que no ha dejado de acelerar desde infausto discurso del rey del 3-0 en que dio luz verde a la represión", ha denunciado mientras los presentes han reaccionado con silbidos al rey, Felipe VI.
Castiga a los catalanes
En este punto ha dedicado una contundente cargada al gobierno del Estado, de cualquier color y en cualquier momento de los que se han ido sucediendo. "Miente, incumple sistemáticamente, no al conjunto del Estado no, a unos determinados ciudadanos que nos considerará siempre ciudadanos de segunda o de tercera. Nos castiga a todos los catalanes, porque mantuvimos la mayoría independentista. Lo está haciendo de manera sucia. Está diciendo a los catalanes que mientras no votemos bien, no nos dispensará el trata correcto que nos merecemos hasta que votamos candidato correcto", ha advertido para asegurar en cuanto eso es "corrupción política".
También la justicia ha quedado en la diana de los reproches de Puigdemont. La ha acusado de "generar inseguridad jurídica", pasarse por el cogote las sentencias del TEDH y ser una "gravísima anormalidad". "No és normal que tengamos una justicia que parezca una extensión del grupo parlamentario de Vox", ha remachado. Igualmente, ha denunciado "acoso a los catalano-parlantes", con la intención "cada día más desacomplejada de reducir el catalán a un lengua doméstica y no lo que es, un lengua de Estado".
Respuesta a Rufián
Puidgemont ha advertido que quien acepta esto es porque no quiere una Catalunya independiente, y por lo tanto se tendrá que acostumbrar. Enfrente de eso ha situado a Junts. "En medio de las divisiones y el desánimo en Junts se nos tiene que poder reconocer, estemos en el gobierno u oposición, como la herramienta política que, aunque lo tengamos todo en contra, sin derechos, silencips, boicots, se mantiene comprometida y útil para culminar el procés de independencia", ha reclamado, para concluir acto seguido: "Mientras se nos reconozca vamos bien".
Puigdemont ha ironizado que este era su último congreso de Junts como presidente, pero también el primero presencial. Y ha dedicado una contundente respuesta al republicano Gabriel Rufián que reprochó a Jaume Asens de los comunes que va viajaba demasiado a Waterloo. "A la gente del exilio se la tiene que ir a ver, pienses lo que pienses, se tiene que ir a Ginebra, a ver Anna Gabriel y Marta Rovira, y en Bélgica, a ver Valtonyc..", ha advertido, entre aplausos.
"Porque el exilio es vuestra casa también, es donde preservamos muchas de las cosas que el Estado español querría definitivamente liquidadas, como decía aquella vicepresidenta de infausta memoria", ha remachado.
Discurso completo de Carles Puigdemont: