El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha descrito la Crida Nacional per la República que este sábado se ha puesto en marcha como un compendio de llamamientos: "Un llamamiento a no rendirnos, a ir juntos, a avanzar cada día, a no quedarnos quietos, a no quedar fosilizados". Pero también una apelación a la confianza entre las fuerzas independentistas a la colaboración, a la unidad. "Un llamamiento a ganar", ha remachado.
El presidente considera que es este compendio de llamamientos lo que otorga al nuevo movimiento su solidez, que "no implica una ideología, pero las implica todas".
Puigdemont, que ha intervenido a través de videoconferencia desde Waterloo y ha sido acogido con gritos de president, ha advertido que "algunos" habrían querido impedir este nuevo movimiento que hoy se pone en marcha. En este sentido, ha querido dejar claro que este "no es precisamente el espacio de la comodidad y el conformismo". "Porque somos muchos en Catalunya que sabemos que la conformidad es rendirse", ha advertido.
El president, que ha descrito la Crida como un movimiento vanguardista en la línea habitual del catalanismo, ha instado a responder a la represión del Estado. "Ni la prisión ni el exilio nos confundirán. Nuestro objetivo no es dejar de contar días en prisión o exilio, sino contar los días que nos faltan para ser una república reconocida internacionalmente".
Tras el president, una senyera y una bandera europea, encima de la mesa, en primer plano, una taza con el lema "Los catalanas hacen cosas".
Puigdemont ha apelado a la victoria que representó el 1-O y el 21-D para seguir venciendo a un Estado autoritario. "Ahora que vendrá un juicio político, tenemos que renovar y reforzar esta actitud", ha advertido.