El presidente del Consell de la República, Carles Puigdemont, se ha manifestado sobre el abucheo que recibió la presidenta del Parlament (2015-2017), Carme Forcadell, durante la concentración de este sábado para conmemorar el quinto aniversario del 1 de Octubre. Puigdemont, a través de un hilo de Twitter, asegura que esta pitada no le gustó, y considera que "no por el hecho de estar en la prisión (como nosotros en el exilio) nos tenga que ahorrar la crítica, sino porque ella tuvo la valentía de ir a un acto incómodo para su espacio político y dar la cara".
En defensa de Forcadell, el president en el exilio defiende que "cuando alguien tiene la generosidad de asistir a un acto donde sabe que habrá gente descontenta, yo lo respeto y lo aplaudo". Además, afirma que este acto se está utilizando para desprestigiar el Consell de la República. "Sienta muy mal ver el intento de aprovechar la actitud de algunos para desacreditarnos", lamenta.
Estigmatizar el independentismo
Puigdemont crítica que esta no ha sido la primera vez que eso ha sucedido y considera que este hecho se tiene que condenar. "Hace tiempo que aplican una pauta nada inocente. Hay una estrategia de hace años que pretende arrinconar, estigmatizar y si hay que ridiculizar el independentismo de confrontación". El presidente del CxRep considera que primero se deja al independentismo sin voz en los medios, para después, "cuando el relato dominante ya es monocolor y consigue el propósito, hay barra libre al ataque permanente", lo que más sorprende a Puigdemont es que "nadie se indigna, ni encuentra que es un fallo democrático excluir una parte importantísima del independentismo, por lo tanto, del conflicto, de la voz pública".
En este hilo, Puigdemont, se pregunta como se tiene que interpretar cuándo los portavoces de determinado espacio político "tildan de manera generalizada de tarado, hiperventilado, trumpista, xenófobo, corrupto, antipolítico, a quien defiende lo mismo y con el mismo lenguaje lo que defendíamos juntos hace cinco años". Además, añade, que cuando confunden "interesadamente" anécdotas, como podría ser una pancarta, una pintada o un insulto, con un símbolo del independentismo "que les molesta para alcanzar aquello que creen que es su destino natural, ¿no nos habríamos tenido que indignar? ¿No veíamos síntomas de antipolítica y de populismo"?
Finalmente, Puigdemont considera que estas cuestiones son las que se tienen que tratar para intentar recoser y reunir. "Tenemos que neutralizar los estrategas de la desunión. El fracaso de la estrategia de la desunión para avanzar en el proceso de independencia es notorio". Y sentencia que "el poco tiempo que fuimos juntos hicimos cosas colosales". En este sentido, lamenta que los años de desunión "no nos han hecho avanzar ni siquiera en el autogobierno". Defiende que esta valoración no es una opinión, sino "un balance incontestable". "Yendo juntos, fuimos lejos. No lo bastante, ni lo bastante bien. Pero es indiscutible que hicimos grandes avances. Este es el camino. No hay de otro", reclama.