El president Carles Puigdemont y los presos de JxCat "asumen" la decisión de la Mesa de tumbar su delegación de voto. Así lo han asegurado en una carta conjunta desde Waterloo y la prisión de Lledoners, en la que se muestran dispuestos a perder la mayoría absoluta independentista. A pesar de la petición de la Mesa para que rectifiquen, los cuatro diputados afectados se muestran "convencidos de que la mayoría de 61 escaños permitirá mantener el actual Govern y seguir impulsando el proyecto republicano".
Concretamente, en la misiva, escrita antes de la decisión de la Mesa, Carles Puigdemont, Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull aseguran que, si finalmente la decisión del órgano es "impedir el ejercicio de nuestro derecho", ellos asumen la decisión y "nuestros derechos dejarán de ser tenidos en cuenta".
Según denuncian los diputados afectados, la delegación de voto solo puede ser tumbada —como ha acabado pasando en la Mesa— "desde una argumentación supeditada a las posibles coerciones de un órgano ajeno al poder legislativo". Defienden que esta delegación es "perfectamente ajustada a derecho", porque el Parlament rechazó la semana pasada su suspensión. "Fue un acto de normalidad democrática y de soberanía", sostienen.
En la carta, los diputados de JxCat denuncian que su condición de diputados se ha visto "alterada" por el juez Pablo Llarena, y se muestran convencidos de que, si siguen en la cárcel, es por no haber renunciado al acta de diputado. También cargan contra la vía Llarena para sustituir a los diputados, que "pretendía, de manera torpe, blanquear una decisión manifiestamente injusta y de una gravedad sin matices en términos democráticos".
Puigdemont y los presos piden respeto por la decisión que hayan podido tomar los diputados encausados de ERC, "de la misma forma que pedimos que nuestra decisión sea también respetada". Y prometen seguir batallando: "Otra vez iremos a Europa y al mundo a encontrar la justicia que el Estado español nos niega y se niega a sí mismo".