Más internacionalización. Carles Puigdemont ha tenido hoy la oportunidad de compartir el movimiento independentista con un gran público en el corazón de Europa, y no la ha desperdiciado. Y es que el presidente ha sido invitado a una conferencia en Austria por el MCI, el Management Center Innsbruck, una prestigiosa escuela de negocios del país. Bajo el título 'Libertad y democracia en Europa', la iniciativa ha contado con una gran expectativa de estudiantes y docentes: unas 300 personas han querido estar presentes para escuchar a Puigdemont, a quien el programa describía como líder del movimiento independentista, miembro del Parlamento Europeo e invitado distinguido. En este escenario, el presidente ha podido compartir la voluntad soberanista de Catalunya y explicar el procés independentista vivido durante los últimos años. También ha centrado gran parte de su discurso y las respuestas a las numerosas preguntas que ha recibido a las amenazas que vive la democracia en Europa. Y un ejemplo claro de eso es, precisamente el CatalanGate.

El presidente se ha referido al masivo caso de espionaje que ha afectado a una sesentena de personalidades vinculadas al movimiento independentista, detallando las características: un escándalo revelado por el semanario estadounidense New Yorker y gracias a una investigación del laboratorio Citizen Lab. Así, ha recordado que se trata del caso mayor de ciberespionaje a Europa, y que todo señala que el Estado español está detrás. Pero también ha compartido su poca esperanza de que este resuelva quién ordenó el operativo. "No confiamos en que España lo aclare. Si depende del Gobierno, no será posible aclarar nada", ha advertido. Ahora bien, hay razones para ser optimista, ha indicado: y es que el independentismo ya alertó la semana pasada de que llevaría el CatalanGate por toda Europa. "Hay una oportunidad porque presentaremos varias querellas en cinco jurisdicciones europeas, más allá de España: en Francia, Bélgica, Alemania, Suiza y Luxemburgo. Veremos si gracias a la justicia europea encontramos a los responsables de las violaciones de derechos".

conferencia Carles Puigdemont a Innsbruck @josepalay

"Valientes con Orbán y callados con España"

No se ha quedado aquí, y Puigdemont también ha señalado una grave contracción en las esferas más altas de la Unión Europea: ¿cómo se entiende la diferente reacción entre el caso español y el de otros países del continente? De hecho, ha reventado en este mismo sentido para criticar el "doble abrigaño" de la Unión: "¿Por qué son tan valientes con Orbán, pero, en cambio, callan cuándo descubren que España ha estado espiando a disidentes catalanes?". En un sentido similar, también ha lamentado que la organización europea se haya pronunciado contra la entrada de Catalunya y Escocia a formar parte de la comunidad, mientras que abre la puerta a otros Estados. "Es extraño que el proyecto europeo rechace un país como Escocia, pero quiera incorporar Kosovo. O nosotros mismos: ¿podría la Unión Europea resistir tener un miembro como Catalunya, que es un contribuyente positivo?", se ha preguntado.

Por otra parte, y también en esta retórica crítica con la Unión Europea, el presidente tampoco ha podido evitar referirse a un caso polémico reciente. A finales del año pasado, un representante de la Comisión Europea recibió una delegación de la organización españolista Sociedad Civil Catalana, incumpliendo así su código de conducta. Y esta misma semana, el vicepresidente de la CE se reunió con tres miembros del partido de ultraderecha Vox. En cambio, el mismo órgano europeo ha rechazado encontrarse con el independentismo liderado por Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín, algo muy criticado por el soberanismo. El presidente también lo ha hecho hoy. No nos quieren recibir. Didier Reyndes recibe el partido de ultraderecha español, pero no a nosotros que ganamos las elecciones a Catalunya".

Su mayor error

Más allá, Carles Puigdemont también ha hablado sobre el procés independentista y su evolución durante los últimos años. Ha reconocido, como ha hecho en otras ocasiones, cuál ha sido uno de sus errores mayores: "Uno de los más importantes fue cuando decidí suspender la declaración de independencia para permitir el diálogo con España". Así, ha detallado que recibió mensajes del gobierno central que apuntaban a que se abría a la negociación después del referéndum del 1-O. "Pero era una mentira. Eso nos enseñó a nunca confiar en las promesas españolas". También ha explicado su situación actual, con libertad para moverse por la Unión Europea, si bien con el riesgo de acabar en la prisión si entra en España. "No podría continuar mi lucha si me encarcelaran", ha advertido, en defensa de su condición de exiliado. Y ha sido esta precisamente la expresión que ha utilizado para definirse: "El presidente escogido por el Parlamento Europeo es Pere Aragonès, pero yo soy el presidente en el exilio".