"Espero, porque es mi compromiso, que seamos capaces de hacer las cosas tan bien que yo ya esté en funciones". Este es el deseo del president del Govern, Carles Puigdemont, de cara a la Diada del próximo año porque, si todo sigue el rumbo esperado, ya se habrán convocado elecciones constituyentes en Catalunya, que se encontrará en el "tráfico entre la postautonomía y la preindependencia".
A fin de que eso sea así, el Parlament ya tendría que haber ultimado todos los detalles establecidos por Junts pel Sí y la CUP en julio del 2017 que, además, sería la fecha en que ya habrían pasado los famosos 18 meses desde su investidura. Sería entonces cuando se convocarían unos nuevos comicios a Catalunya, que consultarían la ciudadanía sobre si da apoyo –o no– a la creación de una República catalana.
Puigdemont, que ha explicado todo eso en una rueda de prensa con medios internacionales, ha subrayado que en caso de que las formaciones independentistas "ganen abrumadoramente" enfrente de aquellos que quieren que Catalunya siga siendo "una comunidad autónoma de la monarquía española", el resultado "estará claro" y será el momento en que el Parlament se ponga a trabajar para elaborar la Constitución catalana, que tendrá que ser validada mediante un referéndum.
Insistir en el Estado
Bajo el convencimiento de que "no se pueden olvidar de Catalunya" porque tienen que reconocerla, Puigdemont ha asegurado que seguirá insistiendo en el Estado para sacar adelante el referéndum y ha anunciado que aprovechará la cuestión de confianza del próximo 28 de septiembre para "hacer una propuesta en este sentido a la política española".
A pesar de haber admitido que "un Gobierno sin el PP siempre será mejor", el president de la Generalitat ha dejado hoy de lado el RUI para apostar por una consulta pactada con el Estado, así como unas elecciones constituyentes para conocer –de nuevo– la opinión de los catalanes.