Los partidos se han mostrar incapaces de definir la estrategia para culminar la independencia y el Consell per la República tiene que reducir su dependencia en relación hacia ellos. Este ha sido el eje central de la intervención de Carles Puigdemont ante la Assemblea de Representants del Consell que esta mañana lo ha escogido como presidente de este órgano en un pleno en Canet de Rosselló. "El Consell tiene que tomar la iniciativa sin esperar consenso previo entre los partidos, porque ya se ha visto que este consenso es imposible en las actuales circunstancias", ha advertido en el discurso que ha expuesto antes de la votación.

Desde su creación, el Consell per la República se ha encontrado en medio de la polémica sobre el papel que tienen que tener los partidos. Mientras Junts reclama situar la coordinación estratégica del procés en el ámbito del Consell, ERC no ha escondido el escepticismo y la CUP se mantiene formalmente fuera del Consell aunque los representantes de Poble Lliure forman parte y, de hecho, la presidenta de la Assemblea de Representants, Ona Curto, es miembro.

A lo largo de su intervención, Puigdemont ha evitado citar a ninguna formación de manera explícita, pero se ha referido a la necesidad de erradicar "actitudes fratricidas" que deterioran las relaciones entre los independentistas; ha subrayado que los partidos han mostrado que son capaces de pactar un gobierno autonómico pero "incapaces de definir la estrategia para la independencia, ni siquiera de crear las condiciones en que esta estrategia se tendría que construir." Por todo ello, ha advertido que, una vez superada la fase inicial de creación, el Consell tiene que cambiar su aproximación al conjunto de los partidos, "tiene que incrementar la intensidad y calidad de las relaciones y reducir la dependencia". "Son imprescindibles y toda estrategia del Consell tiene que contar con el rol de los partidos, pero el Consell tiene que tomar iniciativa sin esperar el consenso previo entre los partidos, porque ya se ha visto que es imposible en las actuales circunstancias", ha remachado.

Prioritzar el Consell ante de Junts

Las reflexiones de Puigdemont han dado pie a diferentes cuestiones de los miembros de la Assemblea, entre las cuales Clara Ponsatí, sobre su vinculación con Junts y sobre si tiene intención de renunciar a la presidencia del partido. Cuando se aprobó el reglamento este órgano ya tuvo que debatir sobre esta situación y rechazó una enmienda para vetar que el líder de un partido presida el gobierno del Consell. Igualmente, ha tenido que responder sobre el hecho que el partido que preside, forme parte de esta estrategia autonomista que él denuncia.

Puigdemont ha recordado que este debate ya se decidió en la Assamblea de febrero y ha garantizado que si se plantea un conflicto con el partido cualquier decisión que tenga que tomar siempre "privilegiará el país y el Consell per la República". Ha instado, no obstante, a no poner la venda antes de la herida, y ha insistido repetidamente en que su presencia allí era para hablar del Consell y no para dar explicaciones sobre el Govern de la Generalitat, sobre la cual, según ha asegurado, no tiene "ninguna responsabilidad".

División y desmoralización

Previamente, Puigdemont había recordado que este año se cumplirá el quinto aniversario del 1-O y el 27-O y ha señalado que se puede convertir en la oportunidad para que el Consell lidere una reflexión sobre la situación del procés. Ha explicado que todo eso se produce en "un contexto de división" entre partidos que ha llevado a una "desmovilización de la ciudadanía", que era el principal motor del 1-O; también en un contexto de represión, que "no se ha parado ni un solo día" y se ha convertido en "represión persistente e injertada en las instituciones catalanas"; sin "ninguna propuesta concreta" de las instituciones catalanas que se pueda considerar como "hoja de ruta factible"; y en un contexto de crisis acentuada ahora por la situación bélica en Ucrania. No obstante, ha señalado que este quinto año puede haber un punto de inflexión.

En estos años, según Puigdemont, ha quedado claro que España no tiene ninguna propuesta en positivo para Catalunya, con "ataques al país, la economía, recentralización sistemática y persistente catalanofobia". De manera explícita se ha referido a la mesa de diálogo, para reprochar la negativa española a un "verdadero diálogo", a un reconocimiento de las raíces del problema, y por actuar con una mesa en que no está representado el conjunto del independentismo.

Red internacional

Por lo que respecta al programa de gobierno, ha apostado por definir e impulsar un corpus de legislación republicana, y por el despliegue de la red internacional, en todos los ámbitos de la diplomacia en que sea posible, como se hizo con el Congreso Nacional Kurdo, y con personas que representen al Consell per la República por todo el mundo. "Podemos hacer mucho trabajo, mucho daño," ha asegurado en referencia al enfrentamiento con el Estado en el ámbito internacional, y poniendo como ejemplo de este impacto, la cara del Alto Representante de política exterior de la UE, Josep Borrell, cuando tiene que responder a Toni Comín en el Parlamento Europeo, "que parece que vaya restreñido de no sé cuántos días".

Puigdemont ha empezado su intervención recordando que este era el segundo debate de investidura al cual se sometía, después del que protagonizó en enero del 2016 para asumir la presidencia de la Generalitat. Ha agradecido el trabajo hecho por el Consell y en particular de Comín. "Hemos intentado que no os dierais cuenta de las enormes dificultades que hemos tenido para poder llegar hasta aquí", ha asegurado Puigdemont, que ha tildado el conseguido de milagro.

A lo largo del pleno ha tenido que responder todo tipo de cuestiones, entre las cuales si considera que hace falta un servicio de inteligencia del Consell. Puigdemont ha admitido que hay que conocer bien al adversario y que en este punto se ha fallado. "No pondré en marcha a un CNI o un Mosad, pero un gobierno de una republica independiente tiene que tener estos servicios, con bastante más democracia que en el Estado español, especialmente por lo que respecta a los fondos reservados", ha remachado.