El expresidente de la Generalitat y líder de facto de Junts, Carles Puigdemont, ha vuelto a enfriar el optimismo de la izquierda española para tirar adelante la investidura. Puigdemont ha replicado al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que este domingo había dado por hecho el acuerdo de investidura y ha asegurado en un acto en Galicia que "habrá gobierno progresista"; y también a la vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, que se ha mostrado contraria a la unilateralidad que defiende Junts. En un mensaje en las redes sociales, Puigdemont ha afirmado con ironía que "alguien se confunde" y ha señalado que no es Junts quien necesita el apoyo para ir a una investidura. "Las condiciones no las pone quien te pide ayuda. Eso va al revés", ha dicho Puigdemont en referencia al apoyo que necesita el líder socialista de los siete diputados de Junts en el Congreso para revalidar el mandato y que ha desembocado en unas tensas negociaciones y un tira y afloja entre el independentismo catalán y el tándem PSOE-Sumar.
Puigdemont ha señalado que en unas negociaciones, en referencia al PSOE y Sumar, "tienes todo el derecho a discutir las condiciones y a negociarlas", pero ha hecho una parábola comparándolo con ir a un banco a pedir a un crédito: "Puedes negociar si hay un periodo de carencia y el tipo de interés que te proponen, pero no le puedes poner condiciones y pedir que renuncie a cobrar intereses. Vaya, si es que quieres que te den el crédito, claro está", ha dicho el expresidente, con la ironía viperina que lo caracteriza en Twitter, en referencia a las condiciones que pone Junts a cambio de su apoyo: amnistía para todos los encausados por el 1-O y los hechos derivados del Procés y, eventualmente, abrir el camino de la autodeterminación; además de la oficialidad del catalán en Europa y establecer un mediador neutral para ayudar en las conversaciones para abordar al conflicto catalán.
La postura del PSOE está sujeta a "la Constitución", y están abiertos a explorar caminos para una fórmula con efectos de amnistía que el TC pueda avalar y a luchar por oficializar el catalán en Europa; la autodeterminación y un eventual referéndum, en cambio, son líneas rojas. Si no hay acuerdo, habrá repetición electoral; una opción a la cual una parte del independentismo ha perdido el miedo, esperando un avivamiento con buen resultado que los haga todavía más determinantes, mientras que la izquierda española y otra parte del independentismo lo ven como una jugada demasiado arriesgada, por si la suma de PP y Vox consigue la mayoría absoluta en un segundo intento y acaba habiendo un gobierno ultraconservador y marcadamente centralista en Madrid.
Sánchez, optimista
La réplica de Puigdemont se da justo el mismo día en que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha dado por hecho que el PSOE "seguirá gobernando cuatro años más", según ha afirmado en un acto de los socialistas en Galicia. "El PP pasará a la oposición", ha subrayado Sánchez, que ha sostenido que el pasado 23-J "los ciudadanos dijeron alto y claro que la propuesta derogatoria del PP y Vox salió derrotada y que hay números para que el Partido Socialista pueda seguir gobernando cuatro años más". Sánchez ha dicho que buscará votos "hasta de debajo las piedras" para revalidar el mandato, pero cumpliendo la Constitución "de la A en la Z", en referencia con los pactos que tiene que hacer con el independentismo catalán, vasco y gallego para que saque adelante su investidura.