Ofrecemos aquí íntegra por su interés informativo la entrevista del diario ruso Komsomolskaya Pravda (KP) al presidente de la Generalitat en el exilio, Carles Puigdemont, donde analiza las relaciones de una Catalunya independiente con Rusia y en el contexto global.
"Komsomolskaya Pravda (KP) ha sido el primer medio de comunicación ruso en entrevistar al "rebelde pacífico" de la Península Ibérica.
Hace 15 meses, se convirtió casi en el único preso político en Europa Occidental. El presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont; él fue uno de los principales instigadores del referéndum del 1 de octubre de 2017 sobre la independencia de esta comunidad autónoma española. Pero al Madrid oficial no le gustó, Puigdemont fue acusado de rebelión y se vio obligado a marchar al extranjero. En Alemania, fue arrestado durante dos semanas a petición de la policía española y fue liberado, sin que los alemanes encontraran pruebas de culpabilidad contra él. Ahora Puigdemont vive en Bruselas con el status de migración política. Komsomolskaia Pravda ha sido el primer diario ruso en hablar con este político de 56 años, conversando sobre sus opiniones con respecto a las relaciones con Rusia, los dobles estándares de la Unión Europea y los referéndums del 2014 en Crimea y Donbas.
Vergüenza en Bruselas
Algunos medios occidentales vieron en el referéndum catalán "la mano del Kremlin", que pretendía minar a Europa.
Por descontado, no fue así. Eso son fake news. No ha habido ninguna evidencia de eso, y lo único que hubo fueron declaraciones descaradas de algunos medios de comunicación españoles y de algunos políticos conservadores (NOTA del KP: partidarios de la unidad de España). Tened en cuenta también que en abril de 2018, el Parlamento británico publicó un informe de expertos, donde rechazó que hubiera existido ninguna "influencia secreta de Rusia sobre la crisis catalana". No hay que dedicar más tiempo a hablar de cosas sin sentido.
En cualquier caso, al final, su movimiento de independencia ha fracasado.
Casi todos los miembros de nuestro movimiento consideran que el 1 de octubre de 2017 se celebró el referéndum de autodeterminación, a pesar de la extrema violencia de la policía española. La independencia se proclamó el 27 de octubre del mismo año, pero no salió adelante a causa de la represión de Madrid. Ahora tenemos presos políticos que están en las prisiones y refugiados políticos que, como yo, se vieron obligados a exiliarse a causa de acusaciones falsas.
¿Cómo reacciona a eso el Bruselas oficial, la "capital" de la Unión Europea? ¿Dónde están?
En general, nada. Eso es una vergüenza y significa la completa destrucción de la autoridad moral de la UE, que pretende al mismo tiempo dar lecciones al mundo entero sobre "el respeto a los derechos humanos".
Por un diálogo abierto
En el referéndum del 2017, 177 mil personas se manifestaron contra la independencia. Eso es casi el 10% de los que votaron. ¿Cómo se les tendría que tener en cuenta?
Por descontado, en Catalunya hay puntos de vista muy diferentes sobre cómo construir nuestras relaciones con Madrid. Creo que un referéndum de autodeterminación es una manera objetiva para que se exprese libremente la opinión de los ciudadanos sobre este asunto. De acuerdo con las últimas encuestas, el 80% de los catalanes están a favor de este referéndum. Por lo tanto, permitamos que la gente de Catalunya exprese su voluntad. Esta es precisamente la manera en que las naciones civilizadas esperan decidir su futuro en el siglo XXI. Y no a través de la violencia como hace el gobierno español, que sigue un modelo que pudo tener éxito hace 100 o 200 años.
¿Cree que la crisis catalana se puede resolver pacíficamente?
Nunca renunciaremos al diálogo, a las negociaciones y a un referéndum como herramientas para encontrar una solución política permanente a este conflicto. En los últimos años, hemos visto cómo se han celebrado referéndums de autodeterminación en Quebec o Escocia. En lugar de la intransigencia española, nosotros desearíamos la misma flexibilidad que Londres mostró con Escocia. Un referéndum nunca tendría que ser un problema.
Ya que hablamos de referéndums, en el 2014 no sólo tuvieron lugar en Escocia, sino también en Crimea y Donbas. No obstante, los dos últimos no son reconocidos por Occidente.
La gente de todo el mundo tiene que tener los mismos derechos en el reconocimiento de su voluntad por parte de la comunidad internacional. Nosotros, los catalanes, no hemos inventado nada nuevo y sólo reclamamos, pacíficamente y democráticamente, amparándonos en el derecho internacional, el derecho que tienen los ciudadanos a la libre determinación. Eso se refiere a la solución de la crisis catalana y a otros casos que usted menciona.
Repensar la OTAN
¿Si Barcelona consigue la independencia, qué relaciones mantendrá con Moscú?
Somos dos naciones europeas con una historia común. ¿Sabíais que uno de los grandes almirantes de la flota rusa del siglo XVIII, Josep de Ribas, era catalán? Sirvió en el Mar Negro bajo el mando de la emperatriz Catalina la Grande (NOTA KP: Fundó Odesa, la calle principal de la cual, Deribasovskaya, lleva su nombre). Lo mismo se puede decir sobre los centenares de niños catalanes que encontraron refugio en Rusia después de la Guerra Civil, al fin de los años treinta... Vuestro país es uno de los más influyentes del planeta y una Catalunya independiente mantendrá relaciones próximas y amistosas con Rusia, de la misma manera que las tendremos con todo el mundo.
La Barcelona independiente también tendrá relaciones amistosas con Moscú
¿También formarán parte de la organización 'pro-rusa' llamada OTAN (con ironía)?
La futura Catalunya independiente se tiene que regir por las obligaciones internacionales que afectan a su territorio, incluida la pertenencia a la OTAN (de la cual es miembro el Estado español desde 1982). Al mismo tiempo, estamos de acuerdo que conviene repensar el papel de la Alianza del Atlántico Norte más como un instrumento para proteger la democracia y la paz, así como para combatir amenazas comunes como puede ser el terrorismo internacional."