El presidente Carles Puigdemont ha denunciado en la red la celebración de La Quema de Judas de Coripe en que, este año, se ha quemado y fusilado un muñeco de paja que representa el presidente en el exilio.
Puigdemont ha empezado relatando que estos hechos no son para "fusilarlo" a él si no que han sido para "mofarse de la lucha por la libertad de los presos y exiliados".
Acto seguido, el presidente recuerda que esta actividad la organiza el ayuntamiento de la localidad y que, por lo tanto, estaba "amparada por las autoridades socialistas locales". Matiza que las escopetas que han utilizado para fusilar el muñeco son de la policía local de Coripe.
El alcalde de Coripe, el socialista Antonio Pérez, ya tenía en mente el año pasado que el muñeco que se tenía que quemar en la Quema de Judas era el del presidente Puigdemont.
Aunque el dirigente independentista asegura que normalmente tiene "tendencia a respetar las muestras de ironía y sarcasmo que se han ido produciendo por todo el Estado porque forman parte de la libertad de expresión", esta vez no lo puede hacer por "dignidad personal y por decencia democrática".
"Es un mensaje de odio, con toda la voluntad de generar odio", subraya el presidente al mismo tiempo que apunta que a la festividad participan niños pequeños.
Finalmente, Carles Puigdemont pone de manifiesto que sus compromisos, "la independencia, la democracia y la libertad", "no merece un fusilamiento ni una crema, al menos en una sociedad civilizada". De la misma manera lamenta la implicación del ayuntamiento socialista en el acto.
El presidente en el exilio sentencia que "la España del 155 y del "a por ellos" ha engendrado esta actitud".
Más tarde, Puigdemont ha hecho un último tweet dando las gracias a todas las personas que le han dado apoyo: "En el orden personal ha sido muy desagradable; en el orden político no ha hecho más que reafirmar las convicciones por las cuales apostamos por construir una república de mujeres y hombres libres".