El Sant Jordi ha propiciado este viernes un gesto significativo en el espacio independentista de JxCat, un reencuentro público del 129 y el 130 presidents de la Generalitat, Artur Mas y Carles Puigdemont, después de la distancia política que generó la ruptura de Junts con el PDeCAT antes de las elecciones del 14 de febrero. El encuentro de los dos presidents ha coincidido también el día en que se ha sabido que el Tribunal de Cuentas los investiga a ambos por la gestión del Diplocat.
Mas, acompañado de su esposa, Helena Rakosnik, ha ocupado la primera fila de la presentación del audiolibro de Puigdemont Los días clave en que recoge los principales episodios que aborda en las obras Me explico y La lucha en el exilio. La convocatoria ha sido en la terraza del Hotel Duquesa de Cardona, y el conseller, Jordi Puigneró, ha presentado también su libro La República Digital.
Por lo que respecta a la tensión política en Catalunya, en plenas negociaciones con ERC para la investidura de Pere Aragonès, Puigdemont ha instado a evitar las polémicas que se pueden desprender del libro y a leer la obra en su conjunto. Por contra, ha sido implacable por lo que respecta al enfrentamiento con el Estado español.
Ha recordado que esta mañana había publicado un tuit recogiendo una anotación del Dietarios de la Generalitat sobre la detención de un diputado en la víspera de Sant Jordi de 1640, para explicar que "es una constante histórica que los conflictos entre Catalunya y España no se resuelven por la vía del diálogo sino de la confrontación".
Puigdemont ha denunciado la "incapacidad" del Estado español para aceptar a los otros y ha advertido que, visto el 1-O, la aplicación del 155 y lo que hoy se ha sabido sobre Tribunal de Cuentas, "nada hace pensar que cambien de táctica".
Ha asegurado que el 1-O el independentismo dribló la pared que representaba el Estado, encontró la forma de doblarla y que eso no gustó a España porque descubrió que se le podía ganar. "Cuando nos volvamos a encontrar esta pared que será más pronto que tarde, esta vez sepamos dejarla atrás para siempre", ha reclamado, insistiendo en la necesidad en preparar este embate.
Jueces comprados
En relación a la estrategia del independentismo para superar el Estado en los tribunales europeos, ha advertido que estos son "terrenos de juego neutrales, no es Santiago Bernabéu, y los árbitros no están comprados, como si que lo están en la justicia española. Son jueces independientes".
Por lo que respecta al objetivo final de este pulso, ha explicado que tiene que ser "ir a todas" y "hasta el final", que es el reconocimiento formal de la República catalana. Por el camino, ha reconocido que puede haber "otras finales", como acabar con la represión y desmontar "esta corte de represores que se ha convertido en torno al rey borbón, y el Gobierno y la justicia española".
Mas y la cúpula de Junts
La cita ha concentrado las caras más conocidas de Junts. Estaba la presidenta del Parlament, Laura Borràs, los consellers de Junts Meritxell Budó y Miquel Samper, así como la cúpula del partido, con Elsa Artadi y Josep Rius al frente. Este es la primera vez que Puigdemont y Mas comparten un acto después de la ruptura entre Junts y PDeCAT y que la formación postconvergente se presentara en solitario a los comicios.
Mas anunció entonces en rueda de prensa que no abandonaría la militancia del PDeCAT pero tampoco haría campaña en contra de Puigdemont. Finalmente, sin embargo, Mas sí entró en campaña para apoyar a la exconsellera y cabeza de lista demócrata, Àngels Chacón, a la cual las encuestas dejaban fuera del Parlamento. Finalmente los sondeos se confirmaron y la lista de Chacón no consiguió ningún escaño, pero los votos que arañó a la candidatura de Junts resultaron determinantes en el reparto de fuerzas del independentismo.