Por segundo día consecutivo, el Financial Times lleva a su portada impresa el conflicto catalán, hecho infrecuente en la biblia de los mercados financieros de Londres y señal de que la cuestión interesa mucho en la City. El título, el principal de la portada, es: "El presidente catalán urge la mediación de Bruselas en el enfrentamiento por la independencia". El diario interpreta esta petición como una señal de que el Govern busca una salida pactada a la crisis, evitando una "ruptura traumática" con España.
De hecho, la versión web del diario abre desde el lunes por la noche y hasta la hora de publicar esta información con "el paro por el país", incluso por encima de la masacre de Las Vegas, donde un francotirador ha asesinado a 58 asistentes a un concierto y ha herido más de 500.
El fondo de la crónica es, como siempre en este diario, que hay que negociar sin descartar nada, pero da preferencia en su explicación a las propuestas del Govern de Carles Puigdemont. "El Gobierno catalán ha dicho que quiere evitar una 'rotura|ruptura traumática' de España y ha hecho un llamamiento a la UE para que ayude en mediar con Madrid, señalizando que se refrena de hacer una rápida declaración de independencia después del referéndum de secesión del domingo", dice el primer párrafo de la pieza.
Recuerda después la declaración del President de que "Catalunya tiene el derecho de liberarse de España", avalada por los resultados muy favorables del referéndum ("el 90% de los 2,3 millones de votos"), que el diario no cuestiona. Insiste pero que Puigdemont ha dicho que "eso no pasará inmediatamente", de que la independencia no se hace pulsando un botón. El diario vuelve a seleccionar una frase de Puigdemont en auxilio de su titular: "no se trata de un asunto interno... es obvio que nos hace falta una mediación". Da la impresión que el FT favorece esta idea. Cuando menos, le mujer mucho vuelo.
El diario recuerda que la Comisión Europea se ha decidido por fin a hablar del caso para condenar la violencia de la represión policial. Y lo contrasta con la actitud del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, que se ha reunido con los partidos que le dan apoyo, pero no quiere encontrarse con los separatistas si antes no renuncian a la independencia, "que contraviene la constitución y la ley".
Otro punto destacable es la valoración que hace del referéndum, muy distante de la que trata de fabricar y vender el gobierno español y los partidos que le dan apoyo. No se priva de decir, como siempre, que era ilegal e inválido según la ley española, pero destaca que "también fue un desafío histórico para la autoridad del Estado español, cosa que amenaza con sumergir el país en una crisis política y constitucional".
Naturalmente, se hace eco de la repersución en los mercados, tanto en el Ibex-35 como en el de deuda pública española, que han caído.
La crónica se cierra con el dirigente del PP Fernando Martínez Maíllo, que asegura que el referéndum ha sido "una farsa", y las declaraciones del ministro de Justicia, Rafael Catalá, que dice que utilizarán "toda la fuerza de la ley". A Albert Rivera, el presidente de Cs, que pide la aplicación del artículo 155 de la Constitución, lo califica de "halcón", una forma elegante de llamarlo extremista.