Las palabras del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante el aniversario del atentado de Hipercor han llevado cola a la prensa estatal, que ha cargado de lo lindo contra su discurso por haber equiparado la lucha terrorista al 'procés'.
Puigdemont quiso animar la ciudadanía recordando que entonces "si no hubiera sido por la persistencia de personas anónimas, no se habría ganado el ideal [contra ETA]" y puso encima de la mesa que "hoy podemos decir que estamos más cerca del ideal de justicia ante quien intenta laminar la justicia porque hemos persistido [...]. Hemos conseguido todo eso, hemos conseguido todo lo que el pueblo de Catalunya se ha propuesto porque hemos persistido, porque no renunciamos".
Estas palabras, que pretendían poner de relieve la importancia de la lucha o bien contra el terrorismo, o bien para conseguir unos ideales, no ha gustado nada a los diarios de Madrid, que han criticado la comparación del presidente entre el camino emprendido para acabar con la banda terrorista con el 'procés'.
Prescindir de la CUP
Bajo el título "Puigdemont insulta a las víctimas", La Razón considera que el president de la Generalitat "sobrepasó ayer todos los límites con el uso indigno que hizo de la lucha contra ETA", motivo por el cual asegura que "demuestra desconocer el principio en qué se basó la lucha contra ETA".
El diario citado tiene claro que Puigdemont "hubiera incumplido la primera norma: mantener la unidad de los demócratas ante los terroristas" porque, subraya, su discurso de ayer "lleva a pensar en su necesidad en envenenar todavía más la situación política".
Los de Francisco Marhuenda proponen, en este punto, que el Govern perscinda del apoyo de la CUP por no haber asistido al acto de homenaje del Parlament a las víctimas de Hipercor, mientras que aprovecha para soltar que el otro partido que forma parte del ejecutivo catalán, ERC, "intentó firmar en 2004 una paz separada con el máximo ningún etarra".
Y aquí no acaba el texto. La conclusión de la editorial es que mientras "algunos renunciaron a seguir matando, es imposible que renuncien a la raíz totalitaria y manipuladora de cierto nacionalismo" y asegura que "Puigdemont hace esfuerzos por equipararse con lo peor del independentismo".
El pecado del nacionalismo
Mientras que el ABC pone de relieve que "el peor pecado del nacionalismo es su victimismo cuando se apropia sin compasión del sufrimiento que han vivido las víctimas de ETA", El Mundo, de su lado, considera que "es ruin y vergonzoso oír a un representante público tales mendacidades" y relaciona su discurso con la españolidad de las víctimas.
Pero no sólo eso. El diario citado suelta que "dejó al gobierno de la nación el papel de la banda terrorista, que utiliza el asesinato, el secuestro y la extorsión para conseguir sus objetivos". Igual que La Razón, El Mundo le reprocha la reunión del entonces vicepresident de la Generalitat Josep Lluís Carod-Rovira con Josu Ternera i Mikel Anza en 2004 en Perpiñán y le recuerda que ETA ha dejado más de 800 cadáveres durante los años que atentó.
Por todo eso, le exigen que se desdiga de sus palabras "inmediatamente" y aprovecha para cargar, también, contra la izquierda abertzale por haber explicado el final de la banda terrorista como un acuerdo entre los dos bandos. De hecho, el editorial acaba precisamente así: mencionando a Arnaldo Otegi, acusándolo de "querer maquillar la historia" y elogiando al lehendakari, Íñigo Urkullu.
Libertad Digital se muestra sorprendido por "la tozudez de sus líderes a utilizar el fenómeno criminal como instrumento político" y asegura que eso "ha modificado el guion independentista" porque ahora se puede decir "no sólo que España roba a los catalanes, sino que ahora los deja trazados a merced de los barbudos porque no los mujer el hambre compartir con los Mossos datos de la lucha antiterrorista.