El expresident de la Generalitat y líder de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, ha estallado contra el espionaje a su exjefe de gabinete, Josep Lluís Alay, con el software Pegasus. Este viernes los Mossos d'Esquadra han confirmado que el teléfono móvil de Alay estaba infectado con el software espía al menos desde octubre de 2019 y así lo han hecho constar en un informe aportado en el juzgado de instrucción 4 de Barcelona, que investiga la querella interpuesta por el propio exdirector de la oficina de Puigdemont. Al saberse, el líder juntaire ha denunciado la "ultraderecha policial y judicial" y ha interpelado directamente al president de la Generalitat, Salvador Illa, por unas declaraciones recientes sobre los peligros que afectan a las democracias debido a la proliferación de bulos y mensajes de odio a través de las nuevas tecnologías.

"No fue Elon Musk, ni [Donald] Trump, ni Twitter. Quien ha manipulado durante años y quien ha sacado jugo han sido políticos convencionales, policías convencionales, jueces convencionales y medios de comunicación convencionales. Todos españoles y muy españoles", ha empezado Puigdemont, en un tuit en la red social 'X'. Acto seguido, el presidente de Junts ha remitido a las recientes palabras de Illa hacia Musk, sobre que no se puede dejar la democracia en manos de multimillonarios tecnológicos aliados de la ultraderecha. Al hilo, Puigdemont ha aludido al mandatario socialista: "La pregunta que le tenemos que hacer es si le parece bien, en cambio, que esté en manos de la ultraderecha policial y judicial que infecta nuestros teléfonos, espía ilegalmente y manipula informaciones para embadurnar la reputación de personas honorables y limpias como Josep Alay".

Carles Puigdemont ha señalado también que el dictador Francisco Franco murió ahora hace justo 50 años, pero ha valorado que "la praxis que permitió que muriera como jefe de Estado y no destituido por una revuelta democrática continúa intacta", todo en referencia al espionaje por parte de las instituciones de inteligencia del Estado con el software espacio Pegasus al independentismo catalán, el escándalo que estalló como CatalanGate.

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El CNI tuvo el aval judicial para espiar líderes independentistas catalanes entre 2019 y 2020, en un contexto postsentencia del procés. El espionaje de Alay fue descubierto en 2022 en la investigación del CatalanGate, hecha por Citizen Lab, con unas 65 personas del entorno independentista afectadas. La exdirectora del CNI Paz Esteban admitió en la comisión de secretos el Congreso de Diputados que Alay era uno de los 18 investigados, al igual que el president Pere Aragonès, también confirmado por los Mossos.