La relación entre el president en el exilio, Carles Puigdemont, y su vicepresident, Oriol Junqueras, ha vuelto a situarse en el centro de debate del independentismo a raíz de la entrevista de este domingo al líder de ERC en TV3. "Hablo con el president Puigdemont dos o tres veces por semana", afirmó Junqueras al director de la televisión pública catalana, Vicent Sanchis.
Ni 24 horas después, un avance del nuevo libro de Puigdemont, M'explico (La Campana), revela que Puigdemont dudaba de Junqueras meses antes de la celebración del referéndum del 1-O: "No quiero ir con un vicepresidente desleal a una etapa tan dura como la que vendrá", lamentó.
En la rueda de prensa de la presentación del libro, que se ha llevado a cabo este lunes, Puigdemont ha querido restarle importancia a esta frase. Insistiendo en fijarse en el "conjunto del libro", ha afirmado que "sin lealtad el 1-O no hubiera salido bien", y eso "es lo que se extrae del conjunto del libro a pesar de los episodios que pueden considerarse desavenencias". "Él [Junqueras] también puede considerar que yo he sido desleal en otros episodios", ha añadido.
Preguntado sobre si la relación ha mejorado desde los momentos más difíciles de la legislatura, el president en el exilio ha culpado la prisión y la distancia física de que la relación entre ambos "no sea más fluida". "Pero estamos demostrando que a pesar de todas las cosas, estamos buscando la manera de encontrar una estrategia unitaria". "Porque lo importante no es nuestra relación personal, si somos amigos o no lo somos, sino aquello en que los dos coincidimos que es el país", ha aclarado.
Consciente de que estas afirmaciones podrían parecer contradictorias para los lectores y, también, para el conjunto del independentismo, el president ha recordado que este es un libro "de lectura lenta, que no funciona si se cogen frases solas descontextualizadas". "No podía ocultar algunos sentimientos que yo tenía, porque quizás estos sentimientos y estas percepciones son útiles para entender algunas decisiones," ha argumentado.
La reunión del 27-S en el Palau
Una de las grandes incógnitas desde que acabó la última legislatura siempre ha sido qué pasó después de la declaración de independencia y qué hicieron cada uno de los miembros del Govern. Preguntado sobre por qué Junqueras no asistió a la reunión que Puigdemont convocó a Perpinyà (Catalunya Nord), el president no ha dado muchas explicaciones: "No fue posible".
En todo caso, sí que ha explicado la relevancia del encuentro. "Para mí era muy importante. Si acabábamos de declarar la independencia, era imprescindible que el Govern y los aliados en la estrategia, entidades que tienen gran incidencia en la movilización ciudadana, acordáramos los pasos a seguir. Creo que eso no era ni tiene que ser una decisión unilateral de ningún presidente", ha afirmado.
En este sentido, el president ha lamentado no haber podido conocer la opinión de su vicepresidente en aquel momento. "Entonces, ahora y para el futuro la opinión de Junqueras me parece de una gran relevancia", ha dejado claro. Pero no ha entrado a valorar el porqué de todo: "Este es un libro en que yo no hago análisis de por qué pasaron las cosas. La idea es transcribir mi percepción de aquellos momentos", ha justificado.
En la entrevista de ayer, Junqueras tampoco entró en detalles, pero negó que estuviera ilocalizable. "Yo estuve trabajando todo el fin de semana y vine aquí [a TV3] a hacer una entrevista. Todo el mundo podía saber dónde estaba", dijo.
Felipe VI, un "golpista"
Coincidiendo con el día en que Felipe VI ha vuelto a Catalunya después de la etapa más dura de la pandemia del coronavirus, Puigdemont lo ha acusado de "golpista" por el discurso del 3 de octubre del 2017. El president ha apuntado que el monarca sugirió la creación de dos mesas para solucionar el conflicto. Sin embargo, nunca más volvió a recibir ningún otro mensaje sobre esta cuestión.
Junts y el PDeCAT
A pesar de ser un tema de plena actualidad política, precisamente este domingo se dio el pistoletazo de salida a la creación de Junts, Puigdemont no ha querido hablar de la pugna que mantiene con el PDeCAT sobre el futuro de este espacio político, en un momento en que la cuenta atrás hacia unas nuevas elecciones es cada vez más latente.