El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha cargado con dureza contra la sentencia del TSJC que condena a 20 meses de inhabilitación y 30.000 euros de multa a los exmiembros de la Mesa Lluís Guinó, Ramona Barrufet, Anna Simó y Lluís Corominas.
A través de un tuit, Puigdemont ha denunciado que "la represión continúa, pero cada vez toma formas más aberrantes". "Ahora se condena a la mesa de un Parlament por hacer precisamente de Parlament. Mi apoyo y agradecimiento a Lluís Guinó, Anna Simó, Lluís Corominas y Ramona Barrufet.
Los presos políticos también han reaccionado contra la decisión del tribunal. El presidente de ERC y exvicepresident del Govern, Oriol Junqueras, ha asegurado que "en un país democrático no se condenaría nunca la democracia y la libertad de expresión".
El exconseller de Presidencia Jordi Turull ha calificado la sentencia de "tiro de gracia al parlamentarismo democrático". "Todo mi apoyo y calor a Lluís Guinó, Anna Simó, Ramona Barrufet y Lluís Corominas. Y un pensamiento también para la presidenta Carme Forcadell, víctima de una condena absolutamente escandalosa", ha añadido.
El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha apuntado que "el ataque al parlamentarismo apuntala el Estado de excepcionalidad permanente". "Ante la alergia al debate democrático y de otra sentencia vergonzosa: Más determinación, unidad y solidaridad", ha instado.
El exconseller de Asuntos Exteriores Raül Romeva ha lamentado el aumento de la "represión" y ha enviado "toda la estima y apoyo" a los miembros de la Mesa que "reciben la rabia del Estado por haber dado voz a los diputados del Parlament de Catalunya". "En el Estado español, la democracia se paga", ha añadido.
El exiliado y eurodiputado de Junts Toni Comín se ha mostrado "orgulloso" de la Mesa del Parlament "que defendió la democracia, a pesar de saber a que se exponía". "Ninguna condena servirá para que ninguno de nosotros renuncie a luchar para realizar nuestros ideales", ha advertido.