La cumbre hispano-francesa tendrá respuesta. El presidente español, Pedro Sánchez anunció hace ahora una semana que Barcelona albergaría el encuentro con su homólogo galo, Emmanuel Macron, el próximo 19 de enero. Será solo la segunda vez que Catalunya albergará esta reunión de alto nivel desde que empezó a celebrarse el año 1987. Pero la cita no ha sido bien recibida por sectores de la parte catalana. De hecho, el presidente en el exilio, Carles Puigdemont, ya ha hecho un llamamiento a la movilización para mostrar el rechazo que generan los actores. "Han trabajado para desmovilizar y romper la unidad, que han sido dos grandes herramientas para defender Catalunya ante un Estado que nos discrimina y nos perjudica por el hecho de ser catalanes", ha lanzado, en un tuit en Twitter. "El día 19, unámonos y movilicémonos para defender el país ante unos ilusos enterradores".
Puigdemont no ha sido el único en apelar a la ciudadanía de Catalunya a responder contra la cumbre con una gran manifestación. El jefe de la oficina del presidente, Josep Lluís Alay, ya se expresó en una línea similar el martes pasado, cuando propuso "una respuesta catalana contundente a la calle". "Esta enésima versión del Tratado del Pirineos que España y Francia preparan firmar en Barcelona el 19 de enero tendría que tener una respuesta catalana", advirtió, también a través de las redes sociales, para acabar sentenciando: "Basta de humillaciones".
La Moncloa ignora a la Generalitat
El encuentro anual entre los dos líderes europeos llega después de que el pasado 9 de diciembre, Sánchez, en el marco de la cumbre euromediterránea de Alicante en la cual participó con Macron, anunció que la próxima cita hispano-francesa sería a mediados de enero en un lugar del Estado, para acabar seleccionando Barcelona. Los presidentes estarán acompañados por diversos de sus ministros.
Sin embargo, a pesar de la cita de primer nivel que ha concertado el jefe del ejecutivo central, no ha habido todavía confirmación oficial por parte de La Moncloa sobre si habrá saludo a ambas delegaciones por parte del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, trámite habitual en este tipo de cumbres. De hecho, esta misma semana, la portavoz del Govern , Patrícia Plaja, aseguró que no está prevista ninguna reunión entre Sánchez y Aragonès aprovechando la reunión que el presidente del Gobierno mantendrá con Macron. Además, explicó que no tiene "ningún detalle de relevancia" sobre la cumbre. "No hay nada que aportar a estas alturas por parte de este Govern", sentenció. Lo cierto es que La Moncloa ha decidido ignorar por completo su presencia en Catalunya, solo unos días tras enterrar la mesa del diálogo que se había pactado para finales de año.