El president Carles Puigdemont no ha planteado "en absoluto" a sus colaboradores la posibilidad de dar un paso atrás en sus aspiraciones, según ha dicho hoy uno de los abogados que asesoran a los cinco exiliados en Bélgica, Gonzalo Boye.
El letrado se ha dirigido a la prensa a las puertas de la casa alquilada en Waterloo (Bélgica), donde Puigdemont este viernes se ha reunido con los otros cuatro consellers (Lluís Puig y Clara Ponsatí, de JxCat, y Toni Comín y Meritxell Serret, de ERC).
"Es una reunión ordinaria. Ya hemos tenido reuniones similares", ha dicho Boye sobre este encuentro dedicado a preparar las defensas jurídicas de los cinco políticos independentistas, en el que también ha estado presente el vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa, que forma parte del equipo de la defensa de Puigdemont.
A preguntas de la prensa, Boye ha evitado valorar si un paso al lado de Puigdemont en términos políticos facilitaría su estrategia en términos judiciales, y ha dicho que nunca da "recomendaciones políticas". "Solo hemos hablado de temas jurídicos. Yo solo soy el abogado", ha añadido el letrado, preguntado sobre una eventual investidura de Puigdemont.
En el interior de la casa de Waterloo también se encontraba el mosso d'esquadra que suele acompañar al president, Lluís Escola, así como el conseller personal de Puigdemont, el empresario gerundense Josep Maria Matamala.
La reunión en Bélgica se produce después de la polémica entre JxCat y ERC por la decisión que anunció el martes el presidente del Parlament, Roger Torrent (ERC), de pedir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo medidas cautelares para intentar dar garantías para la investidura de Puigdemont como president de la Generalitat, vetada por el Tribunal Constitucional.
Un paso que JxCat, a través de su portavoz adjunto Eduard Pujol, tachó de "arbitraria y unilateral", a la vez que advirtió que podría chocar con la estrategia de defensa legal de Puigdemont, en la que precisamente participa Josep Costa junto con el abogado Jaume Alonso-Cuevillas.
El vicepresidente primero del Parlament, presente hoy en Waterloo, también ha hecho públicas sus discrepancias con Torrent el miércoles pasado y lo ha advertido de que la demanda de medidas cautelares en Estrasburgo no tendría "garantías de éxito" y que no había que hacer "el ridículo".