El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha pedido “lealtad” a sus consellers, a los que ha invitado a hacer lo que haga falta para explicar la acción de gobierno y los ha instado a “hacer las cosas el máximo de bien”.
“No renunciamos a nada”, ha emplazado dirigiéndose directamente a los miembros de su ejecutivo en el breve discurso que ha seguido a su toma de posesión en el Salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat.
Previamente, uno tras otro, los consellers han ido tomando posesión de su cargo. Primero el vicepresidente Oriol Junqueras (Vicepresidente y Economia), seguido de Neus Munté (Presidència) y Raül Romeva (Exteriors). “¿Prometéis cumplir fielmente, de acuerdo con la ley, la obligación del cargo que asumís al servicio de Catalunya y con lealtad al presidente de la Generalitat de Catalunya?”, ha sido la fórmula –la clásica– que se ha repetido hasta trece veces.
El rey oculto
Los consellers han desfilado bajo la atenta mirada de los miembros del Gobierno saliente. Como telón de fondo, el cortinón negro que oculta el retrato del Rey Juan Carlos con un Felipe aún adolescente.El presidente ha tomado juramento a medida que el nuevo secretario del Gobierno, Joan Vidal de Ciurana, llamaba por su nombre a los consellers. A su derecha, el expresidente Artur Mas y la presidenta del Parlament Carme Forcadell eran los primeros en felicitar a los nuevos miembros del gabinete.
Es la primera vez que el presidente saliente está presente en la toma de posesión del nuevo Gobierno. Es un gesto muy significativo. Por un lado, ilustra el compromiso expresado por Mas en su renuncia de mantener un papel político en la marcha del proceso. De dar un paso a un lado más que un paso atrás. De otra, por el hecho de que el Gobierno que toma posesión es el que el propio Mas diseñó en los acuerdos con Junts pel Sí.
Repiten, a propuesta de CDC, Neus Munté (Presidència), Jordi Jané (Interior), Meritxell Borràs (Governació) y Santi Vila (Política Territorial por Cultura). Se incorpora el coordinador general de CDC, Josep Rull (Política Territorial) y Meritxell Ruiz (Ensenyament) y asume una cartera el exsecretario del anterior Ejecutivo, Jordi Baiget (Empresa i Coneixement).
A propuesta de ERC, han entrado, además de Oriol Junqueras y Raül Romeva, Meritxell Serret (Agricultura), Dolors Bassa (Treball), Toni Comín (Salut) y Carles Mundó (Justícia).
"Lo haréis muy bien"
A diferencia del acto de toma de posesión del president del martes, mucho más protocolario, este jueves el salón Sant Jordi estaba repleto de familiares de los nuevos miembros del ejecutivo. Se oían voces de niños, entre otros los hijos del vicepresidente.En el discurso, sin papeles, Puigdemont ha agradecido el trabajo de los consellers salientes. “Habéis aguantado muy bien el tipo”, ha reconocido. “Habéis sufrido mucho. Han sido tiempos muy difíciles. Habéis tenido que explicar cosas no siempre agradables”, ha reconocido.
A los entrantes les ha recordado el “gran honor” que representa la función de consellers y los ha aventurado: “lo haréis muy bien: yo seré testigo”.
Al acabar el parlamento, los nuevos consellers se han hecho la primera foto de familia ante el Sant Jordi de la galería gótica. Durante un rato han departido con amigos y familiares con los cuales se han fotografiado en el Pati dels Tarongers.
Acto seguido se ha celebrado la primera reunión del Govern, en la que se nomra a los Secretarios Generales. Acto seguido, los traspasos de cartera, empezando por Munté que ha dado la alternativa a Junqueras en el despacho de vicepresidencia junto al Salón Sant Jordi.