El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha equiparado hoy el momento actual que vive el procés con la situación política imperante en el momento del retorno del exilio del president Josep Tarradellas. Puigdemont ha elogiado la tarea de la Diputació de Barcelona de aquella época y de sus altos cargos y funcionarios, que se pusieron al servicio del primer Govern de la Generalitat restaurada. Puigdemont ha afirmado: "En aquel momento no se habría entendido que por un legalismo o una formalidad no se respetara la voluntad mayoritaria del pueblo de Catalunya". Incluso ha mencionado en términos positivos a Juan Antonio Samaranch y ha citado a aquellos que a pesar de no compartir el proyecto de Tarradellas, se inclinaron ante la voluntad mayoritaria. Puigdemont ha elogiado la figura de Tarradellas y su defensa de la institución de la Generalitat y su dignidad. Y ha afirmado que la tarea laboriosa para elaborar proyectos muy difíciles y a medio plazo "es lo que se pide a la política en tiempos complejos", también haciendo referencia al momento actual. Estas declaraciones las ha realizado Puigdemont en la presentación de la exposición Tarradellas, la legitimidad de una doble presidencia, que conmemora el 40 aniversario del retorno del president exiliado y que ha sido realizada por la Diputació de Barcelona en su sede central, Can Serra, en la rambla Catalunya.
Conesa se suma
La presidenta de la Diputació de Barcelona, Mercè Conesa, también ha elogiado la figura de Tarradellas y, sobre todo, su "mirada a largo plazo". Y ha querido dejar claro: "Si se pudieron poner las bases del autogobierno, fue porque había alguien que tenía el objetivo muy claro". Conesa ha aprovechado la ocasión para comparar la situación de 1977 con la actual, afirmando que la política tiene que servir para "encontrar salidas a cualquier problema que aparezca", pero siempre apelando "al acuerdo y a la democracia".