El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, ha pedido explicaciones al presidente de la Generalitat, Salvador Illa y al PSC por el anuncio del Gobierno de un 'bono alquiler joven' que deja fuera prácticamente a todos los jóvenes catalanes. Esta semana el Gobierno ha aprobado la transferencia de 200 millones de euros a las comunidades autónomas para que se puedan dar ayudas para pagar el alquiler a jóvenes menores de 35 años, y según las declaraciones del líder juntaire "no habrá ningún joven catalán que se pueda acoger al famoso bono al alquiler" por el tope que ha puesto para recibir la ayuda es bastante inferior al precio medio del alquiler en Catalunya.
Puigdemont reprocha a Illa y a su partido que no harán ningún comentario al respecto, "no fuera que el PSOE se enfadara". En su tuit, asegura que es la diputada Marta Madrenas quien tiene que explicar que en Catalunya el alquiler medio supera la cifra marcada por el Gobierno para recibir la ayuda, un hecho que hará que el 97,6% de los jóvenes catalanes no se puedan beneficiar de la ayuda.
Madrenas, desde el atril del Congreso de los Diputados, ha acusado el Gobierno de "siempre tomar el pelo a los catalanes". Ha puesto como ejemplo la ciudad de Girona, dónde el precio medio del alquiler está de 750 euros, y eso hará que "ningún gerundense se podrá adherir o pedir esta ayuda". La diputada ha pedido al Gobierno que no puede homogeneizar las subvenciones ni las ayudas, y que se tiene que hacer "territorio en territorio".
Una ayuda a que no pueden optar los jóvenes catalanes
La ayuda que es de 250 euros al mes durante un máximo de 2 años, es decir, 6.000 euros en total, tiene entre los requisitos para percibir este bono es que el piso al cual va destinado no tenga un alquiler superior a los 600 euros, aunque en algunas zonas tensionadas, se pueden hacer excepciones y llegar a los 900. En Catalunya solo hay 364 pisos por debajo de este precio, mientras que en regiones como Andalucía hay 3.150, incluyendo también casas, según recogen los portales especializados. Las críticas a la ayuda también han llegado al hecho de que esta medida puede ser contraproducente si no hay un tope en el precio del alquiler: si los propietarios saben que el inquilino cobra la ayuda, le subirán el precio y serán los propietarios los que, por vía indirecta, se quedarán con esta ayuda pensada para los inquilinos más jóvenes.
Esta ayuda, que el Gobierno ha anunciado como medida "estrella" para parar la crisis de la vivienda, ya ha estado disponible los últimos tres años. La ayuda puerta vigente tres años, 2022, 2023 y 2024. En este periodo, en Catalunya lo han solicitado unos 162.000 jóvenes, pero se han concedido 39.000, tumbando 3 de cada 4 solicitudes, en buena parte porque el precio del alquiler sobrepasaba este límite. Por todo ello, del millón y medio jóvenes entre 18 y 35 años que hay en Catalunya solo un 2,4% se ha beneficiado, dejando fuera un 97,6% de la población juvenil a quien va dirigida.