Carles Puigdemont ha recurrido a su habitual ironía en las redes sociales para dar su opinión sobre las informaciones publicadas al diario Ara sobre un polémico sorteo en el cuartel militar del Bruc: los militares pagaban participaciones para "pasar un rato" con una prostituta, a quienes vejaban e insultaban en un grupo de WhatsApp compartido. Esta rifa ha indignado a muchos usuarios de las redes y Puigdemont ha querido recordar quién es, en realidad, el jefe del ejército en España: Felipe VI, que aparte del jefe de Estado, también es el mando supremo de las Fuerzas Armadas. "El rey español es el capitán general del Ejército que sortea una prostituta. Los monarcas españoles han aleccionado bien a su tropa", ha escrito en un tuit que acumula ya decenas de comentarios, muy crítico, como siempre, con la monarquía española.
El presidente Puigdemont no ha sido el único que ha querido comentar esta indignante información sobre el sorteo de una prostituta en el cuartel militar del Bruc para recaudar dinero por una fiesta de la compañía con motivo de la Purísima, que se celebra este jueves 8 de diciembre. Hay que recordar que Inmaculada Concepción es patrona del Estado, motivo por el cual esta jornada es fiesta en toda España. También ha dicho la suya Gabriel Rufián, que ha adelantado a Twitter que ERC preguntará a la ministra de Defensa sobre esta situación: "La mandada lleva uniforme. Le preguntaremos a Robles por estos animales", ha publicado el portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso. También ha insistido en la misma idea Gerard Álvarez, compañero de Rufián en Madrid: "Que sorteen cuál es el primero que se marcha de nuestro país, miserables. Preguntaremos al respecto".
Un sorteo para recaudar dinero
Tal como detalla el diario Ara, en este chat grupal donde se comentaba el sorteo de la prostituta participan una setentena de militares. En el grupo, se han explicado los detalles de la rifa para recaudar dinero para la fiesta de la Purísima y también se han enviado imágenes de la mujer, hecho que ha desencadenado una serie de comentarios machistas y vejatorios contra esta persona, a quien, en los carteles que se colgaron en diferentes puntos del cuartel del Bruc, se la define como "dama de compañía". Concretamente, la participación en este sorteo para pasar un rato con la prostituta va incluida en el precio de 25 euros que vale la cena de la Purísima que se organiza en el cuartel. También se podían hacer participaciones de tres euros y cualquier militar podía repetir para tener más opciones, añadiendo un euro para comprar nuevas participaciones, con un máximo de 52 billetes.
La participación en la cena era voluntaria, pero si asistían eso incluía automáticamente una papeleta para este insultante sorteo, hecho que ha indignado a algunos de los soldados que se oponían a la rifa y lo han denunciado públicamente, asumiendo el riesgo que eso supone. Algunos de estos hombres han denunciado al Ara que hasta ahora nadie ha dicho nada por miedo a estar señalados y han lamentado que hechos como estos demuestran que estas "no son las instituciones públicas que merecen los ciudadanos".