El president Carles Puigdemont ha advertido hoy en L'Hospitalet de Llobregat que Catalunya no olvidará nunca lo que está pasando estos días en la ofensiva del Estado para reprimir el referéndum. "No olvidaremos ni la agresión tan severa del PP ni los silencios cómplices que lo han hecho posible", ha advertido.
La campaña del PDeCAT penetraba hoy en un territorio complicado para los argumentos del referéndum, y no obstante, la sala de Casino del Centre donde se ha organizado la intervención del president estaba llena hasta los topes y algunas personas han tenido que quedarse en la calle.
"Lo que ha pasado estos días no lo olvidaremos nunca", ha advertido el president, mientras en la calle se oían gritos de "independencia" y "votarem". "Ni olvidaremos los silencios cómplices, ni la colaboración necesaria para que el Gobierno del PP haya podido perpetrar esta agresión tan severa. No olvidaremos nunca la prohibición de ideas, de opiniones, de actos políticos, ninguno de los recortes que han hecho en la vida de las personas...", ha advertido.
El president ha asegurado que se han visto cosas "que no se veían desde la época de Franco", "cosas que las generaciones más jóvenes ya no aceptan con aquella resignación asustada con que el franquismo pretendía que acceptáramos su realidad".
Y ha advertido que "en este país hay cosas que no nos las dejaremos hacer nunca más". "Hay cosas que nos unen por encima de todo, que son la libertad y la democracia y no nos lo dejaremos manosear por una formación política que encarna las peores prácticas de la UE".
Nueva mayoría
El president, que ha insistido en que "el referéndum ya no lo parará nadie", ha diagnosticado que la ofensiva del Estado ha articulado "estos últimos días una nueva mayoría". Ha evocado las concentraciones, las caceroladas, pero también los actos "íntimos" de aquellos que han llegado a la conclusión de que su forma de salir a defender la democracia es ir a votar. "Nos hemos sentido empujados todos juntos a salir a tener que defender la democracia, porque la vemos amenazada, en peligro," ha explicado.
"Todo eso lo hemos hecho de manera cívica, pacífica, con un punto de ironía e imaginación festiva, gestos que acaban desmontando a aquellos que quieren ver en Catalunya una especie de batalla y se han encontrado a gente que regala claveles, ha explicado".
"Nos sentimos fuertes, no porque tengamos un ejército detrás de nosostros o barcos, nos sentimos fuertes porque tenemos la razón democrática de nuestra parte y queremos decidir, aunque lo que decidimos no guste en Madrid", ha afirmado Puigdemont. También ha acusado a las fuerzas contrarias al referéndum de esconderse de la gente y de no ser capaces de dar un solo argumento convincente que permita decidir si es mejor la independencia o continuar como hasta ahora. "Se avergüenzan", ha dicho.
Momentos indignantes
La consellera de Governació, que ha intervenido antes que el president, ha denunciado, en referencia a la operación policial contra el referéndum, que la última semana se han vivido "momentos indignantes" que han hecho que la gente reaccionara. "Esto no va de independencia o no independencia, va de derechos. Es un compromiso con la democracia y la libertad de la gente", ha advertido.
"El pueblo de Catalunya, fuerza la tiene. Voluntad también, y el amor propio nos lo han querido pisotear, pero como este país tiene dignidad, avanzaremos", ha remachado.
¿Quiénes son ellos para decidir que no abrimos las escuelas?
El alcalde de Molins de Rei, Joan Ramon Casals, que ha intervenido previamente se ha preguntado quién es el fiscal superior de Catalunya, José María Romero de Tejada, para ordenar "cerrar las puertas de las escuelas". "¿Quiénes son ellos para decidir lo que se puede hacer o no en las escuelas? ¡No lo pueden hacer, es ilegal! No se pueden precintar las escuelas sin pedirlo a los alcaldes y las alcaldesas", ha advertido.