El debate en el pleno del Parlamento Europeo sobre el 25 aniversario de la declaración de Barcelona, aprobada en el marco de la Conferencia Euromediterranea, se ha convertido en una nueva ocasión para el presidente de JxCat, Carles Puigdemont, para denunciar la represión en Catalunya a raíz del 1-O. Lo ha hecho de nuevo ante el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, i para reclamar una respuesta de la UE ante esta situación.
Puigdemont ha advertido que hoy Europa no tiene la autoridad moral que tenía hace 25 años, cuándo se celebró aquella conferencia sobre el Mediterráneo. "También por esta paradoja: Barcelona, la capital de Catalunya que da su nombre a la declaración, desde hace tres años es el teatro de la represión más feroz que un estado de la UE haya infringido a dos millones de ciudadanos que sólo querían votar" ha reprochado ante la Cámara.
El eurodiputado independentista ha advertido que mientras la UE no haga frente a esta situación no tendrá la fuerza que tendría que tener para responder a las amenazas a la libertad en la región.
Regresión dramática
En su intervención, de un minuto como el resto de eurodiputados, Puigdemont ha reprochado que la declaración, que era resultado de una visión clara a favor del futuro de toda la región Euromediterránea, no ha conseguido 25 años después satisfacer sus objetivos, a raíz de los retrasos en cuestiones esenciales, lo cual ha convertido, con pocas excepciones, la regresión en "dramática".
"El Mediterráneo se ha convertido en una gran fosa común donde se pierden las esperanzas de millones de seres humanos. Y no la referencia de paz, estabilidad y prosperidad compartida que habíamos concebido y habíamos prometido. Este fracaso es también nuestra responsabilidad", ha denunciado.
La intervención de Puigdemont no ha obtenido respuesta de Borrell, como es habitual, pero sí ha provocado la reacción de alguno de los eurodiputados españoles, como el eurodiputado del PP Francisco José Millán, que le ha seguido en el turno de intervenciones ha asegurado que el contexto Euromediterráneo ha cambiado mucho los últimos 25 años y en la Europa del Brexit vive un aumento de populismos anacrónicos y nacionalistas radicales. "Como acabamos de oír", ha remachado.
Durante el debate ha intervenido también el eurodiputado de Esquerra, Jordi Solé, que ha denunciado que 25 años después de la declaración de Barcelona, el Mediterráneo continua siendo un espacio de divergencias y disparidades socioeconómicas. "La divisoria mortal donde se ahogan los migrantes, para nuestra vergüenza", ha denunciado.
25 anys després del procés de Barcelona, el Mediterrani és més un espai de divergència que d’integració. D’enormes disparitats enlloc de progrés compartit. La divisòria de la vergonya on s’ofeguen els migrants. No hi haurà estabilitat sense progrés social ni obertura política pic.twitter.com/f9kFCXqxUy
— Jordi Solé🎗 (@jordisolef) December 15, 2020