El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, ha visitado hoy la ciudad flamenca de Zottengam para rendir homenaje al Conde de Egmont que fue decapitado por órdenes del rey español Felipe II. Puigdemont ha intervenido en el acto para explicar la independencia del pueblo catalán, donde ha asegurado que "sin independencia, no hay futuro para Catalunya". La alcaldesa de la ciudad, Evelien de Both, ha presentado el acto dedicado a Catalunya y el ministro del gobierno de Flandes Matthias Diependaele, lo ha cerrado. El homenaje a la cuenta se remonta al día 5 de junio de 1568, durante la revuelta contra la autoridad del rey de España Felipe II, los condes de Egmont y Hoorn, conocidas víctimas de la represión, fueron decapitados.
Ayer se celebró la expulsión de los españoles de la ciudad neerlandesa de Brielle, el 1 de abril de 1572, que fue un momento clave en la Guerra de los Ochenta Años contra España. La denominada Guerra de los 80 años fue la revuelta de los Países Bajos contra la ocupación español. En un primer momento, el monarca consiguió sofocar la revuelta enviando a Fernando Álvarez de Toledo, el duque de Alba, con un ejército de 10.000 efectivos que actuaron a matar, hasta que los independentistas consiguieron controlar Brielle.
Este viernes el presidente, antes de asssititir al acto en Flandes, ha recibido una visita por parte del presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich. Antich ha ido acompañado de la también nueva vicepresidenta de la entidad, Mònica Terribas, y aparte de visitar al presidente también ha aprovechado para reunirse con los consellers en el exilio Toni Comín, Clara Ponsatí y Lluís Puig: "La denuncia contra la represión del Estado no se detiene", ha escrito la entidad en varios tuits a Twitter, donde también ha asegurado que Òmnium siempre estará a su lado.
También Antich ha hablado del encuentro a sus redes sociales, y ha tildado de honor haberse reunido con Puigdemont: "Un honor reunirnos por primera vez con el presidente Carles Puigdemont, en nombre de la nueva junta de Òmnium, cuando es más necesario que nunca fortalecer la defensa de la lengua, la cultura y el país. La resiliencia del exilio es motivo de orgullo colectivo", ha compartido Antich, que también ha publicado una fotografía acompañado de Puigdemont. Asimismo, ha señalado también como un placer haberse encontrado con Toni Comín e intercambiar el análisis sobre los retos de país", mientras que se ha manifestado emocionado de reencontrarse con Lluís Puig y Clara Ponsatí: "La fuerza del exilio es y sigue siendo palanca de lucha".
La visita de Antich llega después de que a finales del mes de febrero fuera escogido presidente de Òmnium, y con él una renovación de buena parte de la Junta de la entidad. Así pues, casi sólo ha pasado un mes y pico desde que pasó a presidir la entidad hasta que ha visitado Puigdemont. Una vez escogido, en su primer discurso Antich aseguró que la entidad sería propositiva pero también lanzó un mensaje muy claro a los líderes independentistas: hacen falta nuevos liderazgos, y también revisar toda la estrategia, porque la victoria, la república catalana, todavía no se ha alcanzado. En aquella misma intervención reflexionó también sobre los derechos civiles y políticos, que aseguró que la mejor manera de defenderlos es ejerciéndolos. En este punto tuvo un recuerdo por Carles Puigdemont y el resto de exiliados.