El pleno de investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat será también el momento del retorno del president en el exilio, Carles Puigdemont. Y el de su previsible detención. Ante este hecho, Puigdemont insiste en la necesidad de mantener la lucha por la independencia y su determinación de defenderla en cualquier contexto, sin ninguna renuncia. A través de una carta de tres páginas, Puigdemont insta de nuevo a la unidad independentista, advierte que no habrá una estrategia independentista y antirrepresiva si no hay unidad nacional y de país, y concluye, recogiendo un comentario que le hizo una asistente al acto en Els Banys d'Arles, que si lo detienen "no se trata de derramar lágrimas, sino sacar las garras".

Puigdemont reclama que la anomalía democrática que representará su detención se tiene que entender "en clave de confrontación contra un régimen demofóbico y no de lamento o de victimismo". Tenemos mucho trabajo pendiente, y somos muchos los que decimos que se tiene que continuar y acabar. Que ninguna prisión ni ninguna amenaza nos vuelva a dividir y paralizar, ni a descarriarse el sentido de nuestra lucha: no es contra la represión que trabajamos por la independencia, sino que es trabajando por la independencia que confrontaremos y conjuraremos la represión", advierte en su carta que concluye alertando que no puede haber estrategia antirrepresiva si antes no hay una estrategia por la independencia, y tampoco puede haber estrategia por la independencia si no hay una nacional, de país, al servicio de la defensa de Catalunya contra los que la quieren liquidar como nación".

 

Puigdemont publica la carta al día siguiente de la consulta de ERC a las bases en la que han dado luz verde a investir a Illa y admite que esta decisión "hace que la detención sea una posibilidad real de aquí a muy pocos días", pero añade que ha preferido a esperar a conocer el resultado de la votación para que no se lo acusara de hacer ni chantajes emocionales ni de interferir en un proceso interno de otra formación, por lo cual "las críticas al acuerdo se han centrado siempre en el impacto negativo que tendrá para Catalunya un gobierno de carácter españolista".

Dardo a ERC

Puigdemont admite la existencia de voces que le aconsejan no volver en las presentes circunstancias, e insiste en que tanto su decisión de marcharse como la del retorno son decisiones políticas. Recuerda que ha sido objeto de campañas de desprestigio y ataques personales y que, en concreto, fue víctima de una "campaña ignominiosa" después de las elecciones del 2017 cuando anunció que volvería si era investido president y no lo hizo cuando el entonces president del Parlament Roger Torrent suspendió el pleno al último momento. "Visto lo que hemos conocido con el escándalo de las campañas de guerra sucia organizadas por ERC, tengo pocas dudas de cómo se alimentó aquella campaña de desprestigio, un patrón que ahora nos encontraríamos con más intensidad", advierte en un dardo dirigido directamente a Esquerra a raíz de las noticias que responsabilizan a este partido de campañas de falsa bandera, como la que se montó contra el Alzheimer durante las últimas municipales en el marco de la campaña de Ernest Maragall.

El político independentista da repaso a lo largo del texto a lo que ha sido su exilio y los éxitos conseguidos y denuncia de nuevo que los jueces españoles han rechazado aplicar la ley de amnistía y que, en un contexto que denomina de "golpe de Estado híbrido", es consciente de que su retorno puede comportar "la detención y el ingreso en la prisión, quién sabe por cuánto tiempo."Si salen adelante, imagino lo que me espera y sé lo que tengo que hacer. También lo que no he de hacer; por ejemplo, convertirme en objeto de negociación ni abonar ninguna decisión política que comporte renunciar a la lucha".

Advierte que más allá de que consigan detenerlo o de si fracasan en el intento, hay dos cosas que no cambiarán. La primera, la necesidad de la independencia "como única alternativa a la supervivencia nacional, social, cultural y lingüística, económica y democrática de Catalunya". "La pertenencia al Estado español nos hunde en la decadencia en todos estos aspectos, como queda acreditado observando las cifras oficiales. Y nos ata a un sistema originalmente corrupto, asfixiante para las minorías e irreparablemente centralista", denuncia. En segundo lugar, tampoco cambiará, asegura, su determinación personal de defender la causa de la independencia "en cualquier situación y en cualquier contexto, sin ninguna renuncia."

Otras detenciones

Puigdemont recuerda que si lo detienen no será la primera vez, dado que ha estado en una prisión alemana y en una italiana, ha sido arrestado en una comisaría belga y ha sido convocado por la policía antiterrorista francesa. "Lo verdaderamente importante será la evidencia de que en España las amnistías no amnistían, que hay jueces dispuestos a desobedecer la ley y que el Gobierno se lo mira con la indolencia del resignado. Hace más aspavientos porque un juez imputa a la mujer del presidente del Gobierno y lo cita a declarar que cuando el Tribunal Supremo se niega a aplicar la única ley de amnistía aprobada desde la entrada en vigor de la Constitución. Quien se piense que eso no tendrá consecuencias, se equivoca", advierte.

El president en el exilio admite que su encarcelamiento ha sido un "sueño frustrado" de sus perseguidores españoles durante siete años, y que para conseguirlo tendrán que violar muchas cosas, en referencia tanto a la ley de amnistía como a los pronunciamientos de organismos internacionales, como el Grupo de Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas. "Sé que todo eso no les afecta; les da igual", asegura, pero añade que "en la lucha por la independencia, en este largo camino para salir del sistema español que se compromete la existencia como a nación, esta actitud antidemocrática y antiliberal de los aparatos del Estado no es intrascendente".