El president Carles Puigdemont ha afirmado en una entrevista en el diario The Times, que "la lucha por la independencia de Catalunya sigue adelante". En una entrevista de tonos personales, el rotativo inglés ha destacado la fuerza política del independentismo catalán y la importancia de la figura de Carles Puigdemont, a quien describen como "el enemigo número uno de España" en estos momentos.
Puigdemont ha admitido que no esperaban una reacción represiva "tan fuerte" por parte del ejecutivo de Rajoy. "Esperábamos que después de 40 años de democracia y siendo miembros de la Unión Europea habría una nueva generación [de políticos]. Estábamos equivocados", ha sentenciado. El president considera que, visto lo que ha sucedido, "nunca hubiese habido diálogo con el Estado Español" y ha admitido que cometió un error al suspender la declaración de independencia a la espera de conversaciones políticas.
Puigdemont ha reconocido que no ha pensado nunca en entregarse a la Justicia española, ya que cree que "se convertiría en un rehén sin libertad de expresión ni movimiento". El president ha destacado que su objetivo, y el de los otros exiliados, es "utilizar la libertad que tienen para defender la situación catalana y denunciar el autoritarismo español".
Por otra parte, el president también ha hablado de la dificultad personal que supone estar en esta situación, alejado de su mujer y de la Magalí y Maria, sus hijas de 8 y 10 años. "No puedo dar besos a las hijas, no les puedo explicar cuentos... Es imposible acostumbrarse a esta situación. Hablo con ellas por FaceTime, pero las veo asustadas, lo puedo ver en sus ojos", ha explicado.
De esta manera, el president ha relatado la incertidumbre en que vive y ha afirmado que trata la situación como provisional. Siendo realistas no tengo planes de futuro. En el peor de los casos seré extraditado en España, que querría decir décadas de prisión. Si no es así, pasaré muchos años en el exilio", ha reconocido. En todo caso, piensa hacer política así.