Ciutadans lo tenía todo preparado para una gran fiesta este jueves en Barcelona. En primer lugar, para celebrar la victoria como fuerza más votada en el tú a tú con ERC y JuntsXCat. En segundo lugar, para festejar una eventual alternativa de gobierno. Pero sólo ha sido posible la primera, con 37 escaños, subiendo doce. Los partidos independentistas, con el factor sorpresa de Puigdemont, han conseguido revalidar la mayoría absoluta en el Parlament con 70 diputados. La fiesta presidencial de Inés Arrimadas ha quedado amargada ante la imposibilidad de ser presidenta de ninguna forma.
"Por primera vez ha ganado un partido constitucionalista en Catalunya y ha sido Ciutadans", se ha felicitado Inés Arrimadas, que ha querido agradecer la confianza en que le han depositado 1,1 millones de electores. Ha tenido un recuerdo por todo aquellos que les dijeron que desaparecerían, que no tenían futuro. "Hoy uno de cada cuatro catalanes ha confiado en este partido que habla sin complejos", ha dicho.
En este sentido, la candidata ha enumerado las ciudades más pobladas del país, donde se ha impuesto Ciutadans como primera fuerza, empezando por Barcelona, y continuando por l'Hospitalet de Llobregat, Badalona, Cornellà, Lleida y Tarragona. Consciente de que sus posibilidades han quedado anuladas, ha culpado a una "ley electoral injusta" que hace 40 años que no es reformada.
Ya estaba todo preparado para la celebración, después de una campaña en clave presidencial. Si bien el seguimiento electoral se ha hecho en el Hotel Catalonia de la plaza Espanya, la formación ha instalado un gran escenario en las torres venecianas de la avenida de Maria Cristina. Música, foodtrucks, banderas de Ciutadans... Y euforia contenida. "Estamos muy contentos con la participación. A ver si conseguimos cambiar la situación", decía Albert Rivera al llegar al cuartel naranja, con una sonrisa que no podía esconder. La candidata Arrimadas era un poco más cautelosa: "Estamos muy animados, pero habrá que esperar a los resultados".
La euforia inicial pronto se ha visto aguada por el escrutinio y la confirmación de los resultados: las fuerzas independentistas seguían manteniendo la mayoría absoluta del Parlament. Cualquier aspiración de la líder de Ciutadans ha quedado cortada en seco: no tiene los escaños para conformar ningún tipo de "mayoría alternativa" al independentismo. Hasta el escenario de plaza Espanya se han acercado varios centenares de militantes y simpatizantes, con una mezcla de sentimientos.
Ha habido un pequeño momento de celebración encima del escenario, cuando Ciutadans ha subido en plenos discursos de 36 a 37 escaños. El público lo ha celebrado con gritos que "yo soy español, español, español" y "presidenta". Pero este diputado no lo han robado a los independentistas, sino al PP, que ha bajado de cuatro a tres, por detrás la CUP, con quien compartirá Grupo Mixto. A pesar de la mayoría independentista renovada, Arrimadas ha prometido "seguir luchando, con más votos, más escaños y más apoyos".
"Si ya se sabía que el procés no tenía futuro ayer, hoy ha quedado más claro que el procés no representa un futuro para todos los catalanes", ha vaticinado. En esta línea, Arrimadas ha advertido que "los partidos nacionalistas nunca más podrán hablar en nombre de todos los catalanes".
El presidente del partido, Albert Rivera, ha acompañado a la candidata durante toda la noche electoral, desde el seguimiento del escrutinio en el Catalonia Plaza hasta los parlamentos encima del escenario. "Tendría que ser la presidenta de la Generalitat", ha lamentado. Ha querido agradecer a toda a la gente que nunca había votado en elecciones en el Parlament o que incluso ha cambiado su voto.
"Os prometimos que ganaríamos y hemos ganado. Os prometimos que creceríamos y hemos "crecido", se ha felicitado Rivera, que a pesar de todo ha dicho que no se puede hacer responsable del resultado de los otros partidos unionistas. "Hemos conseguido ganar a los separatistas a las urnas", ha insistido.
No obstante, especialmente después del porrazo del PP de Xavier Garcia Albiol que no ha conseguido capitalizar de ninguna forma el 155, Rivera ha pronunciado un discurso en clave de política española: "Igual que les hemos ganado, defenderemos un proyecto en España. España tiene que derrotar al nacionalismo en las urnas como lo hemos hecho". Los militantes y simpatizantes naranjas han respondido con gritos de "presidente". Un fuerte golpe sobre la mesa de Rajoy.