Ayer, antes de que se reuniera la Comisión Bilateral entre los gobiernos de Catalunya y España, Jordi Puigneró se encontró con la ministra de Transportes y Agenda Urbana, Raquel Sánchez. En este encuentro, el vicepresidente y la exalcaldesa de Gavà llegaron a un acuerdo por la inversión de 1.700 millones para la ampliación del aeropuerto del Prat.
Después de este pacto, hoy Puigneró ha defendido el proyecto ante aquellos que lo critican por su posible impacto medioambiental, especialmente en el espacio natural de La Ricarda, en el Prat. En este sentido, el también conseller de Territori i Polítiques Digitals ha asegurado que este es un acuerdo muy importante, ya que Catalunya "necesita" un aeropuerto intercontinental.
Respetuoso con el medio ambiente
Por otra parte, a la entrevista en Catalunya Radio, también ha defendido que su ampliación no supondrá un perjuicio por el entorno sino más bien al contrario, ya que será "respetuoso con el medio ambiente y con la diversidad". Yendo más allá, Puigneró se ha comprometido a "trabajar para que sea el aeropuerto más verde de Europa". En este sentido, ha abierto la posibilidad a prohibir que en este aeropuerto del futuro no puedan aterrizar los aviones más contaminantes "cuando exista la tecnología que lo haga posible".
Con respecto a su internacionalización, el vicepresidente ha destacado que a través de la ampliación, el de Barcelona dejará de ser un aeropuerto low cost, tal como lo ha definido, ya que permitirá dejar de hacer escalas para vuelos intercontinentales. Con todo, sin embargo, el Govern siempre había supeditado este acuerdo y su visto bueno a las obras al hecho de que se conectara El Prat con dos de los otros aeropuertos de Catalunya, el de Girona y Reus que están infrautilizados.
La fecha: 2030
Por eso, a la reunión de ayer, se acordó con Raquel Sánchez su conexión con trenes de alta velocidad. Esta tendrá lugar entre el 2022 y el 2026. Por su parte, la ministra Sánchez también ha adelantado que, según sus planes, la ampliación estará terminada en el 2030.
Aunque el encuentro para la negociación, que ya estaba pactada con el exministro Ábalos, no había trascendido, Puigneró ha asegurado que el presidente Aragonès estaba al corriente en todo momento. Y justo después de conseguir llegar a un acuerdo para la inversión de 1.700 millones de euros, lo avisó.
Preguntado por qué Aragonès había dicho en un tuit que la ampliación es "posible", en lugar de asegurar que se llevará a cabo, el vicepresidente ha recordado que todavía se necesita el visto bueno de la Comisión Europea, que pide un aeropuerto verde y sostenible.
Margen al diálogo
Puigneró también ha lamentado que haya quien se oponga radicalmente a esta ampliación y sospecha que detrás "hay más motivos políticos que una defensa de la sostenibilidad". Entre los más críticos está la CUP, que la describe como "un atentado ecológico y climático", pero el vicepresidente ha manifestado que es un problema si "cada vez que hay discrepancias, nos planteamos el acuerdo de investidura".
Por otra parte, también ha pedido que se dé una "pizca de margen" a la mesa de diálogo, aunque esta no fuera la apuesta de Junts. Con todo, sin embargo, ha reiterado que si esta "se bloquea y no avanza" no llegará a los dos años.