Jordi Pujol dio calabazas al entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en una entrevista secreta celebrada en Barcelona en julio de 2012 para frenar el procés. El propósito del exministro era “llegar a algún tipo de acuerdo que evitara que Catalunya entrara en una confrontación con el Estado”, según ha declarado a El Mundo.
Pujol le replicó que “no queda otro remedio” que la independencia y le remitió al prólogo de su libro El caminant davant del congost, según el exministro. En ese libro, de 2012, el expresident razona que Catalunya debe independizarse para evitar su desaparición como sujeto político y cultural.
‘Espanya ens roba’
La iniciativa de la entrevista fue de Fernández Díaz, quien consideraba que “la auctoritas [de Pujol] en el partido permanecía intocable”. Mariano Rajoy le dio luz verde, advirtiéndole que “no tenía ninguna esperanza” en esa reunión.
El exministro planteó a Pujol cómo era posible que liderara el discurso independentista “después de que siempre hubiera defendido que no podía haber dos Cataluñas”; por qué culpaba en exclusiva al Estado español, y cómo era posible que “todo sea culpa del Espanya ens roba, de un expolio fiscal que ahoga a la comunidad, que el PP se haya convertido en el chivo expiatorio”.
Pujol no cedió en las “varias horas” que duró la conversación y “asumió la responsabilidad política de la deriva independentista”, dice el exministro.
Invento de CiU y Mas
El relato que tejen entrevistador y entrevistado atribuye el procés a la voluntad de CiU y de Artur Mas de capear sus dificultades políticas tras el rebote de la crisis económica: "[…] para salir de aquella situación […], evitar la pérdida del Gobierno [y] que recuperar el poder no fuera imposible para el nacionalismo en el futuro. Por eso se impuso el relato de que Catalunya está sufriendo la crisis de una manera tan intensa porque está sometida a un expolio fiscal por el Estado español […] y se les traslada ese mensaje a los ciudadanos despedidos, a los que se les recortan los sueldos”.
Fernández Díaz tiene un momento para recordar otros tiempos. “Yo era […], en representación del PP de Cataluña, el interlocutor con CDC para negociar los acuerdos municipales y comarcales tras las elecciones municipales de mayo de 2011, que fueron muy fructíferos. La interlocución era franca y directa”.
El entrevistador interviene en numerosas ocasiones para acotar las declaraciones del exministro. En este punto, por ejemplo, apostilla que “aquella complicidad se fue enfriando progresivamente por la radicalización del mensaje nacionalista”.
Acusa a Jaume Roures
También aprovecha para reivindicar su protagonismo en la publicación de las investigaciones policiales sobre la familia Pujol que se activaron tras el fracaso de la entrevista con Fernández Díaz. También ofrece excusas no pedidas: “los líderes independentistas interpretaron [las investigaciones] como una agresión vinculada a la negativa de Pujol de ceder a una solución pactada”.
Fernández Díaz confirma la anotación del periodista: “Para nada tuvo relación la reunión con Pujol con las investigaciones […]. No hubo ninguna directriz política, aunque sé que se me culpa desde el independentismo de ser el instigador y el promotor […] de una persecución contra sus líderes. A este relato ha contribuido de manera especial el señor Jaume Roures, cuya vinculación con los líderes del procés es pública y notoria”.
Entrevistado y entrevistador se alternan dándose la razón o justificándose en lo que se refiere a los asuntos dudosos o poco claros referentes al trabajo de la policía española y del propio periodista, como la inexistente cuenta bancaria de Xavier Trias o el llamado “caso del 3%”. Periodista y político dan los hechos por probados, aunque algunos aún no han sido juzgados.
Duda sobre Trias
Fernández Díaz vuelve a poner en duda al exalcalde de Barcelona: “Me llamó mucho la atención la sincronización perfecta que hubo entre la respuesta del señor Trias y el informe del banco suizo que negaba que tuviera dinero allí. Justo cuando le preguntó la oposición en el Pleno sacó el comunicado. Nadie obtiene un certificado con esa rapidez”.
Retrocediendo en el tiempo, el exministro asegura que “el 3% era un secreto a voces, en especial desde que Maragall lo hiciera público en el Parlament. Cualquiera que tuviera un mínimo de conocimiento de la política catalana lo sabía. […] cualquiera que haya tenido alguna responsabilidad política había tenido información sobre este tema”. La intervención de Maragall se produjo el 24 de febrero de 2005. La investigación de este asunto se activó en 2015.
Fernández Díaz se defiende también de las acusaciones que acabaron con su dimisión al frente de Interior. “Se me ha acusado de crear una policía política para intentar obstaculizar los casos que afectaban al PP. Si eso hubiera sido así, yo soy un desastre, me tenían que haber cesado fulminantemente por mi inoperancia. Ahí están los casos Lezo, Púnica, Gürtel, Bárcenas, entre otros [de corrupción en el PP], desarrollados durante mi etapa”.
Solución: más 155
El exministro, según el entrevistador, “sólo atisba una solución [para Catalunya], que pasa por intervenir en la educación y en los medios de comunicación públicos catalanes para restaurar el orden constitucional y zanjar una situación cronificada”.
Fernández Díaz asegura que “en Cataluña, [y] en no pocos otros lugares” no se enseña “la misma y auténtica historia de España”. Su conclusión: “Si la normalidad no se produce y continúa la Generalitat en la actual situación, habrá que aplicar la Constitución y el 155. Este artículo no es la solución en sí misma, pero sí la condición necesaria para encontrar la solución”.