No hay que tirar de una amplia hemeroteca para ver la incongruencia que hay entre el discurso y los hechos. Ayer mismo, el todavía ministro de Sanidad, Salvador Illa, era quien confirmaba que el candidato del PSC para las elecciones al Parlament del 14 de febrero "será Miquel Iceta". Eso es lo que respondía en una entrevista a TVE donde incluso insitieron en si, como mínimo, él se planteaba sustituirlo o era un rumor en que había fallado la fuente. Illa, dubitativo al principio, lo descartaba por completo.
La explicación fue esta: "No, no... Le puedo confirmar que el candidato que presentaremos nosotros para unas elecciones que necesitan un cambio importante será Miquel Iceta, que está en las mejores condiciones para abanderar este cambio y liderarlo en Catalunya". Ni 24 horas después, se produce un giro copernicano e Illa pasa a liderar la candidatura de los socialistas catalanes.
Iceta pregonaba que él era el mejor
La motivación del relevo, a la espera de conocer las explicaciones oficiales, es doble. Algunas fuentes aseguran que la decisión viene dada por la mayor popularidad de Illa según las encuestas; otros, sin embargo, aseguran que fue Iceta quien trasladó a mediados de noviembre al secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su intención de no presentarse. Sea como sea, esta no era la voluntad del todavía primer secretario general del PSC hace poco más de dos meses.
En una entrevista en TV3, Lídia Heredia le preguntaba quién era mejor candidato para el PSC e Iceta respondía: "Mire, soy un poco pavero y no tengo abuelos, creo que yo. El PSC es un proyecto colectivo, repartimos juego y ponemos a la gente en los lugares donde pueden ser más útiles. Y yo creo que, en estos momentos, Salvador Illa es muy útil en el Gobierno de España". También añadía que descartaba un gobierno entre PSC, PP y Cs después de los comicios porque no quieren "bloques o frentes, y para la reconciliación tendrán que participar gente que piensa muy diferente".
Cuando se confirme el cambio de forma oficial y pueda motivar la salida de Illa del Gobierno español, el PSOE de Sánchez se quedará sin ningún ministro catalán.