Alta expectación por las elecciones anticipadas a las cortes de Castilla y León, unos comicios que de seguro cambiarán el panorama político de esta comunidad autónoma que hace treinta y cinco años se encuentra bajo el mandato del PP. Este viernes empieza la campaña electoral de las elecciones que se celebrarán el próximo 13 de febrero. Siguiendo los pasos de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, el actual presidente, Alfonso Fernández Mañueco, busca absorber por completo a sus socios de Ciudadanos y debilitar a los socialistas. Los analistas aseguran que estos comicios supondrán uno antes y después en la región por una razón u otra, y hablan del que podría ser el fin del reinado de los populares, el empuje que aboque definitivamente Ciudadanos a la irrelevancia, o la entrada de Vox a la Junta.
El fin de una era
Los castellanoleoneses no están acostumbrados a muchos cambios políticos. Sin ir más lejos, estas serán las primeras elecciones anticipadas que se celebran en la comunidad. Este conservadurismo característico también ha otorgado al Partido Popular un feudo seguro desde la presidencia de José María Aznar en 1987. Treinta y cinco años después, los populares empiezan a perder fuerza en Castilla y León. En el 2019, Mañueco alcanzó el peor resultado electoral de la historia en unos comicios que ganó el PSOE, pero consiguió gobernar gracias al pacto con Cs. El punto de inflexión llegó a mediados del año pasado, cuando ambos socios se acusaron mutuamente de traición y todo se acabó torciendo a raíz de la moción de censura fallida de Cs y el PSOE contra Mañueco, que a su vez fue inspirada por la de Murcia. Así, el líder castellanoleonés ha apostado por el 'Ayusazo' con la esperanza de absorber los votos de sus socios de Ciudadanos, no obstante, las encuestas no auguran una victoria como la de madrileña. Lo más seguro es que el PP tenga que cambiar Cs por la ultraderecha de Vox si quiere continuar al frente de la Junta.
Problemas
Los problemas derivados de estas autonómicas no acaban aquí. Según el último barómetro del CIS, el PSOE volvería a ganar las elecciones, mientras que PP y Vox no sumarían mayoría absoluta. Aunque los populares nieguen que haya ningún "temor fundado" para tener que depender de Vox, los ultraderechistas ya han advertido que solamente darán los suyos al PP a cambio que renuncian a su 'enfoque ecológico' y asuman su "Agenda España". Por otra parte, Ciutadans perdería representación y quedaría por detrás de Unidas Podemos, mientras que tres candidaturas regionales-- Unión del Pueblo Leonés, Por Ávila y Soria ¡YA!-- recogerían más votos y dejarían fuera de España Vaciada, el partido integrado por 160 plataformas ciudadanas de 30 provincias unidas contra la despoblación y por el reequilibrio territorial, en las que serán sus primeras elecciones autonómicas. Además, el CIS recuerda un dato crucial en este inicio de campaña: el 26,9% del electorado todavía no tiene claro qué votará.