¿Qué pasa si el tribunal que juzga al president Quim Torra acaba sentenciando que lo inhabilita por desobediencia? ¿Cuánto puede tardar? ¿Quién cogería las riendas de la Generalitat? El procedimiento a seguir está pautado a la Ley de la Presidencia.
Ésta es la primera vez a la historia que se juzga a un president de la Generalitat en ejercicio activo de su cargo -los procesos penales contra los presidents Mas y Puigdemont se produjeron una vez acabada su presidencia. El juicio contra Torra tiene lugar en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que es el órgano competente. Es el mismo que abordó la causa por el 9-N contra Mas, Ortega y Rigau. Franscesc Homs fue juzgado en el Tribunal Supremo porque en el momento del juicio era diputado en el Congreso.
Aragonès tomaría el relevo
Tal como estipula la Ley de Presidencia, uno de los supuestos por el cual el presidente de la Generalitat es cesado es "por condena penal firme que comporte la inhabilitación para el ejercicio de cargos públicos". Llegado el momento, el jefe del ejecutivo "es sustituido interinamente" por el conseller o consellera primeros o por el vicepresidente o vicepresidenta. En este caso, correspondería a Pere Aragonès. Una vez accediera al cargo, no podría ni cesar a los miembros del gobierno, ni convocar elecciones.
Inmediatamente después de que Aragonès asumiera las funciones de Torra se activaría el proceso para que el Parlament escogiera a un nuevo candidato a president. Si no hubiera el quórum necesario, pasados dos meses se convocarían elecciones automáticamente.
¿Cuánto puede tardar la sentencia firme?
Torra se enfrenta a un delito de desobediencia, por no haber descolgado la pancarta a favor de la libertad de los presos dentro de los plazos fijados por la Junta Electoral Central. Se trata de una causa relativamente sencilla y de hecho, el juicio no se alargará más de un día. En el caso del 9-N, el tribunal tardó poco más de un mes en dictar las condenas por desobediencia. Teniendo en cuenta que se trata de un procedimiento menos complejo, todo apunta que la deliberación de los magistrados no se alargará tanto como entonces.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el TSJC no es última instancia y que, como hicieron Mas, Ortega y Rigau, la defensa de Torra podrá recurrir la sentencia a la instancia superior, el Tribunal Supremo. En principio, el plazo habitual para valorar las impugnaciones acostumbra a ser de medio año máximo, aunque incide el volumen de trabajo que tengan. Los casi dos años que se demoró la resolución sobre el recurso de Mas y sus exconselleres fue del todo anómalo y se prevé que el tiempo se acorte.