El Carnaval de Ribes de Freser ha culminado esta tarde con el rey Felipe VI entre llamas. El monumento del monarca ha presidido los días de fiesta a la localidad ripollesa y, como marca la tradición, se le ha prendido fuego para ponerles punto final.
La figura de Felipe VI, vestido de juez y enseñando los genitales, se presentó hace una semana. Durante siete días ha pesado sus testículos en una balanza, que se decantaba claramente hacia su lado. En el otro plato de la balanza había lazos amarillos, para representar al movimiento independentista.
"Con esta figura queríamos denunciar la parcialidad de la justicia española" y cómo la monarquía influye en ella, explicaban desde la organización, el grupo Teatre d'Emergència.
El destino de Felipe VI en Ribes estaba anunciado. Delante de la comitiva del Carnaval y de todo el pueblo, han quemado al monarca, que ha quedado reducido a cenizas. "Bon vent i barca nova", le han deseado.
El año pasado, el monumento del Carnaval de Ribes representaba una escena lésbica entre Soraya Sáenz de Santamaría e Inés Arrimadas. Ambas también acabaron entre llamas.
Antes de la incineración del monumento se ha representado un juicio al Rey. La crema, al sonido de los tambores y con los diablos que acompañaban el ritual, ha terminado con una chocolatada popular.