"¿Quiere que Catalunya sea un estado independiente?". Esta es la pregunta que propone Pere Aragonès para un nuevo referéndum de autodeterminación en Catalunya acordado con el Estado. El presidente de la Generalitat y candidato de ERC el 12-M lo ha anunciado este martes después de recibir el informe "Identificación y concreción de las vías jurídicas para la realización de un referéndum que pregunte a la ciudadanía de Catalunya sobre la independencia" que él mismo encargó al Instituto de Estudios del Autogobierno, a partir del informe del comité de expertos sobre el acuerdo de claridad, y ha presentado. La presentación del informe llega ahora, a las puertas de las elecciones en el Parlamento convocadas para el 12 de mayo y con los partidos inmersos ya en la precampaña electoral.
Inspirándose en el referéndum de independencia en Escocia de 2014, pactado con el gobierno conservador británico, la pregunta que tendrían que contestar los catalanes en el referéndum que propone Aragonès recoge los requisitos fijados por el Código de Venecia a fin de que la pregunta sea "clara y comprensible, no engañosa, imparcial y no sugerir una respuesta". "Queréis que Catalunya sea un estado independiente" sería la pregunta que figuraría en las papeletas con dos opciones de respuesta: sí o no. "Es una pregunta con respuesta binaria para un referéndum sin requisitos de cuórum de participación y que nos ofrecería un mandato claro para resolver el conflicto político entre Catalunya y el Estado español", ha resumido Aragonès en rueda de prensa.
Un nuevo referéndum pactado con el estado ha sido la apuesta de Aragonès, rechazada siempre desde Madrid, durante esta legislatura que acabó abruptamente tras el fracaso de los presupuestos. En el informe del Institut d'Estudis d'Autogovern se señala el artículo 92 de la Constitución Española para hacerlo posible. "Es la vía jurídica prioritaria, más idónea y factible para convocar un referéndum sobre la independencia de Catalunya", concluye la institución, que también señala otros caminos posibles como la reforma de la Ley orgánica 2/1980 sobre regulación de las diferentes modalidades de referendo o la delegación de las funciones estatales para autorizar referendos a través del artículo 150.2 de la Constitución. "Que se identifique una vía como la prioritaria no quiere decir que las demás se excluyan. Es importante subrayar que el actual marco constitucional ofrece distintas vías", ha apuntado Aragonès.
Desde el Gobierno de Pedro Sánchez siempre se ha cerrado la puerta a un referéndum acordado para decidir el futuro político de Catalunya pero Aragonès ha subrayado que "no estamos ante un imposible" con su propuesta que ahora ha concretado. "El informe es un material excelente para la nueva fase de negociación con el Estado. No estamos ante un imposible. Nos han dicho tantas veces que las cosas eran imposibles, pero se han acabado convirtiendo con una realidad, como los indultos o la amnistía. Estos son los mejores ejemplos de que con convicción y perseverancia lo haremos posible", ha asegurado el president.
Las preguntas del 9-N y el 1-O
La pregunta que Aragonès ha defendido este martes es una nueva fórmula, distinta a las que la ciudadanía de Catalunya tuvo que contestar en la consulta del 9 de noviembre del 2014 y en el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre. En las papeletas del 9-N también había dos preguntas con dos opciones de respuesta: "¿Quiere que Catalunya se convierta en un estado?". En caso de marcar la casilla del "sí", los ciudadanos también debían responder a: "¿Quiere que este estado sea independiente?". En las papeletas del 1-O, en cambio, solamente había una única pregunta, tal y como defiende Aragonés. Esta era: "¿Quiere que Cataluña sea un estado independiente en forma de república?".